Siempre que abordamos
el tema de la violencia de género lo hacemos centrándonos en la víctima y yo
pregunto, ¿qué pasa con la persona que ejerce la violencia?, ¿se merece o
necesitaría algún tipo de ayuda?
El pensamiento: Creen
que la mujer es inferior al hombre y la violencia la usan como una forma de
tenerla controlada y a su servicio. Para ello se trabaja sobre las ideas y
pensamientos en relación a la figura de la mujer y al uso de la violencia.
Está claro que esto no
es un proceso fácil y que debemos partir de la idea de que el maltratador se
responsabilice de sus actos agresivos y violentos y expresar su necesidad de
cambio y a partir de ahí empezar a trabajar, pero ya sabemos que esto siempre
no es así, pero hay casos en los que sí.
Las intervenciones con
maltratadores se realizan de manera individual y grupal centrándose en:
El pensamiento: Creen
que la mujer es inferior al hombre y la violencia la usan como una forma de
tenerla controlada y a su servicio. Para ello se trabaja sobre las ideas y
pensamientos en relación a la figura de la mujer y al uso de la violencia.
El comportamiento: Se
deja llevar por sus impulsos violentos quizá porque no sepa poner en marcha
otra forma de hacer frente a sus problemas. Es necesario que aprenda a controlar los impulsos que le llevan
a actuar de forma violenta y aprender técnicas de relajación las cuales le
ayudarán a serenarse y ver la situación de forma diferente.
Las emociones: actúa
de forma violenta sin pararse a pensar cómo esto le hace sentir a él y a las
personas de su alrededor, no considera el daño que puede estar provocando a su
víctima. Le ayudara a reconocer las emociones y los sentimientos propios y de
la otra persona y saber cómo expresar y comunicar estos de forma adecuada, sin
hacer uso de la violencia.
Con este tratamiento
se puede conseguir la eliminación de las conductas violentas y el aprendizaje
de comportamientos adecuados y positivos porque aprenderá a controlar la ira, a
resolver los problemas, habilidades sociales para comunicarse de forma
adecuada, mejorar su autoestima y eliminar las ideas erróneas sobre el papel
del hombre y de la mujer.
Si queremos que la
violencia de género deje de ser una realidad también serían necesario realizar
intervenciones con las personas culpables de esa violencia, no intento defender
a los maltratadores, simplemente creo que no es suficiente con denunciar un
problema, también hay que resolverlo, y para ello es necesario tomar muchas
otras medidas, y para intentar dar solución a éste problema existen
profesionales que pueden poner en marcha tratamientos que ayudarán a la persona
que maltrata para poder superar su situación de comunicación mediante la
violencia.
Y tú, ¿crees que estos
tipos de terapias pueden ayudar a terminar con la violencia de género o
consideras que es una pérdida de tiempo y que ya se hace suficiente?
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Creo que este tipo de terapias puede dar resultado en algunos casos. Pero sino me equivoco, algunos han vuelto a reincidir llegando a quitarse su propia vida. Hay casos, en particular uno que me toca muy de cerca, que no tiene solución, ya que esta persona cree que durante su vida lo ha hecho todo muy bien y no tiene porque pedir perdón ni arrepentirse del daño ocasionado. Supongo que una persona de 82 años, ya no daría vuelta atrás ni se sometería a ningún tipo de terapia. Para el, no ha maltratado nunca, sólo ha educado tal y como lo hicieron consigo mismo.
ResponderEliminarComo bien comentas Ramón, al igual que pasa con las personas con problemas de alcohol o drogas, lo primero que deben hacer es admitir y ser conscientes de que tienen un problema, sólo a partir de ahí se podrá trabajar con ellos para buscar una solución. Además también es verdad que en las personas mayores, en las cuales las conductas ya están asentadas y asumidas, es más difícil corregirlas. Así que sería importante comenzar a trabajar con las nuevas generaciones para que este tipo de problemas no se vea como algo normal y cotidiano en sus vidas. ¿Podríamos conseguir algo con esto?
ResponderEliminarEs en definitiva una cuestión de educación, dejar de educar "princesas" y "machitos", dejar de etiquetar de "azul" a los hombres y "rosa" a las mujeres, coincido totalmente que los programas de violencia están mas orientados a las victimas y poco se trabaja con los agresores, que es donde esta la raíz del problema, se requiere otro tipo de modelos para encontrar soluciones que sean útiles.
ResponderEliminarEsa es la idea que intento transmitir con este post, y me encanta el debate que se está generando, puesto que esta era la intención que entre todos empecemos a sugerir nuevas formas de actuación ante este tipo de problemas. Habría que aportar todas las soluciones posibles para poder acabar con la violencia de género. Muchas gracias tanto a Ramón como a ti por aportar vuestros comentarios, espero que sigáis con vuestras aportaciones y que sigan apareciendo más.
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