El masaje genital es una
técnica que dedica a la vulva una atención directa, pausada y prolongada, lo
cual aportará a la mujer sensaciones muy diferentes a la penetración vaginal
donde el clítoris es estimulado de forma indirecta.
Paso 1. La mujer está tumbada y
su pareja se sienta o se arrodilla entre sus piernas al mismo tiempo que pone
una mano en la vulva y la otra en el pecho y respiran profundamente los dos
varias veces al mismo tiempo.
Paso 3. Aquí vamos a masajear
la vulva con la yema del dedo índice o del corazón y no con la palma de la
mano. El movimiento a realizar es recorrer suavemente la parte derecha de la
vulva pasando por el capuchón del clítoris y descendiendo por el lado
izquierdo. Debemos hacerlo muy lentamente y preguntar a la mujer si prefiere
más o menos presión.
Para poner en marcha este tipo
de masajes es necesario desconectar del mundo exterior de manera que nada
interrumpa el momento, ponerse cómodos e informar a la pareja del masaje que
vamos a ofrecerle, así que lo único que ella debe hacer es relajarse, tumbarse
y disfrutar. Para ello es muy importante no obligarse a llegar al orgasmo ya
que no es algo obligatorio, lo principal es centrarse en el momento y luego ya
veremos lo que surge.
Para realizar este masaje con
éxito hay que seguir una serie de pasos muy sencillos que van de menor a mayor
grado de estimulación, esto permite la excitación y la lubricación de la mujer
para que pueda disfrutar con ello:
Paso 1. La mujer está tumbada y
su pareja se sienta o se arrodilla entre sus piernas al mismo tiempo que pone
una mano en la vulva y la otra en el pecho y respiran profundamente los dos
varias veces al mismo tiempo.
Paso 2. Ponemos un poco de lubricante
en la mano y comenzamos a masajear la vulva de atrás hacia delante acabando en
el monte de Venus y pasando la palma de una mano y después la otra, de forma
que nunca se pierda el contacto. Los movimientos que vamos a realizar serán
largos, lentos y firmes, recuerda que no tienes prisa así que dedica varios
minutos a este paso.
Paso 3. Aquí vamos a masajear
la vulva con la yema del dedo índice o del corazón y no con la palma de la
mano. El movimiento a realizar es recorrer suavemente la parte derecha de la
vulva pasando por el capuchón del clítoris y descendiendo por el lado
izquierdo. Debemos hacerlo muy lentamente y preguntar a la mujer si prefiere
más o menos presión.
Paso 4. Este paso es de libre
elección cada uno lo continuará según los deseos de la mujer que puede pedir la
repetición de algún movimiento que le haya resultado placentero, podéis añadir
alguna variante o pasar a otra práctica sexual. Lo dejo en vuestras manos y
nunca mejor dicho.
Además o recomiendo que creéis
un ambiente cálido donde se escuche música tranquila, haya poca luz, una
temperatura adecuada y muy importante usar un lubricante a base de agua y no a base de silicona que puede dañar el
preservativo si luego queréis pasar a la penetración sin arruinar este momento
tan excitante.
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