TEMA DE LA SEMANA: LA SEDUCCIÓN

Esta semana en el blog de Anahit Consulta hablamos de la seducción, un arte que ha hecho historia, está rodeado de misterio y nos trae de cabeza a los seres humanos. Pero no nos llevemos a engaño, no os vamos a revelar la receta mágica para seducir, porque en realidad no existe, aunque si que os vamos a dar a conocer qué es la seducción y cuál es su relación con la autoestima, para que de este modo, a la hora de seducir a una persona, lo hagáis con convicción, que es el factor clave para seducir. Como siempre espero que sea de vuestro interés.




Para empezar vamos a buscar que significa la palabra seducir, el diccionario de la Real Academia Española define seducir como: embargar o cautivar el ánimo. Engañar con arte y maña. Atraer físicamente a alguien para obtener una relación sexual.

Por otro lado habría que dejar claro que, a pesar de la definición del diccionario, no siempre el fin último de la seducción es obtener una relación sexual. La seducción podemos ejercerla en planos de nuestra vida diferentes al sexual, por ejemplo en el profesional a la hora de exponer un proyecto; en el social para ser un buen líder o incluso en el familiar como cuando negociabas con tus padres la hora de llegada a casa.

Se trata de una forma de comunicación junto con una estrategia donde mostramos lo mejor de nosotros al mismo tiempo que destacamos lo mejor de la persona que tenemos delante. Está claro que se obtiene un placer pero este no siempre es sexual, tratamos de conseguir que la persona con la que estás hablando se sienta importante y valiosa, es algo que podemos hacer en diferentes contextos de nuestra vida.

Ya estamos de acuerdo en que la seducción es cautivar a otra persona, captar su atención, pero otro punto que personalmente no lo tengo muy claro es la referencia que la definición hace al engaño. Es verdad que por lo general se relaciona la seducción con el engaño, como si lo que quisiéramos fuera embaucar con artimañas al otro para que actúe en contra de su voluntad, así que a veces nos encontramos con personas que intentan seducirnos, aunque percibimos algo raro, algo que no nos cuadra.

Algunos se dedican a sobreactuar mostrar aspectos y cualidades que no son suyos porque creen que así impresionan y seducen mejor. Lo que nos muestran no se parece a su forma de ser y esta manera artificial de actuar se nota demasiado, es un gran error, de modo que no es necesario interpretar un papel que no nos representa. Pero nada de eso es la seducción, cuando seduces deberías mostrar lo mejor de ti, con el objetivo de conseguir el propósito de que esa persona o personas fijen su atención en ti y posteriormente dejarte llevar por la situación. Todo ello con un toque de misterio donde desplegaras todas tus habilidades y recursos para conseguir tu objetivo.

También se podría decir que la seducción es un juego psicológico cuyo fin es fascinar, donde la comunicación es persuasiva y la personalidad es el elemento clave, incluso más que la apariencia física. Es cierto que algunas personas seducen mucho con su físico, pero si una vez consiguen que su objeto de seducción se acerque a ellas, más vale que tengan unas cualidades personales que mantengan la atención y  resulten interesantes.

En realidad todos llevamos un seductor dentro y, gracias a la práctica y el aprendizaje de ciertas habilidades, podemos ponerlo en práctica de mejor o peor manera; pero en verdad, antes de querer seducir a otra persona, debemos empezar por seducirnos a nosotros mismos, sacando lo mejor de cada uno y sobre todo creyéndonoslo.

Podríamos decir que seducir es abrirte al otro como si tuvieras que venderte mostrando tus mejores cualidades y para ello es muy importante que tengas seguridad y creas todo lo que dices. Así que si pensamos un poco, antes de empezar a seducir quizás tengamos que hacer una pequeña reflexión orientada hacia la propia autoestima, ya que si hablamos de cualidades, de vendernos a los demás o de seguridad, estamos hablando de autoestima. Es decir debes saber si te valoras como persona, conoces cuáles son tus puntos fuertes y creer en ti, eso es lo que te puede ayudar a ser una persona seductora.

Por lo tanto, antes de empezar a seducir, realmente debes saber ¿cómo andas de autoestima? En esta vida para triunfar es importante creer lo que decimos, creer en nosotros y en nuestra capacidad para atraer a los demás y conseguir lo que deseamos. Por muchos consejos e ideas que leas sobre cómo seducir, de nada te servirán si no crees en ti y por ello es importante que revises antes tu nivel de autoestima. Desde aquí es donde debes partir.


La autoestima es un tema que ya hemos tratado en el blog, así que te recomiendo echar un vistazo para valorarla y ponerla a punto para aprender a ser alguien seductor. LA AUTOESTIMA

Ahora ya tenemos claro que la seducción y la autoestima se necesitan la una a la otra, puesto que es necesario desarrollar la capacidad de sentirte capaz y merecedor de lo que te propones. Confiar en tu capacidad como persona es ser consciente de las capacidades y recursos que posees y por ello si las cosas no salen como esperabas no te vendrás abajo y sabrás salir adelante. Por ejemplo, imagina que tienes una cita para la que llevas tiempo preparándote y resulta que no sale como esperabas, crees que la imagen que has mostrado no era la que tú querías. Ahora qué se supone que tienes que hacer ¿lamentarte por ello y no ver más a esa persona? Nada de eso, te darás otra oportunidad porque crees en ti y sabes lo que eres capaz de hacer.

Por último y, una vez consigas lo que deseabas, disfruta de ello, mereces disfrutar de las cosas buenas que consigues en la vida. Son muchas las personas que no se permiten este disfrute, se sienten culpables por disfrutar y no son capaces de saborear sus éxitos. Toma conciencia de esos momentos y disfruta de tu recompensa.


Aunque al principio os decía que no os daría la receta mágica de la seducción ya que ésta, en realidad no existe, sí que se pueden utilizar ciertas habilidades que te pueden ayudar y, aunque no hay una manera universal de seducir, puesto que cada persona tiene la suya en función de su personalidad; en los próximos post seguiremos hablando de la seducción y os dejaremos algunas ideas y consejos para que ésta se convierta en un elemento clave para activar el deseo sexual, pero esos sí, deberéis aplicarlo conociendo vuestros puntos fuertes y adaptándolos a vuestra forma de ser, porque ahí es donde está el misterio. Todos vamos a ser seducidos en algún momento, pero no sabemos cómo ni que habilidades se usarán, porque la seducción forma parte de nuestra vida y sería un error hacer uso de ella solo en momentos puntuales.



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