Hoy os presento el último producto
de la gama de cosmética que forma parte del
cofre erótico, hoy hablamos del aceite con efecto calor y sabor a fresas con
vino. Una nueva loción de masaje con un delicioso y original sabor y aroma, de
alta calidad desarrollado cuidadosamente con fórmulas totalmente inofensivas a
base de ingredientes naturales. Con olores increíbles y de tacto muy sedoso lo
convierten en un elemento indispensable para los masajes en el frío invierno.
Pero como además sabéis, también os dejaré un consejo para utilizarlo. ¿Te
apetece calentarte un poco?
Las principales características
que diferencian a este tipo de aceite es que suelen ser aceites con una textura
diferente, ya que son más densos y menos pringosos. Pero la principal
diferencia de los aceites con efecto calor es que al entrar en contacto con la
piel se calientan, transmitiendo así ese calor al cuerpo de la persona que
recibe el masaje. Solamente con verter un poco de aceite sobre la piel y frotar
ligeramente notarás como se eleva la temperatura. Y sobre todo sirven para
calentar tus manos antes de entrar en contacto con el cuerpo de tu pareja,
porque ya sabes que ahora con el frío las manos se ponen heladas y no es nada
agradable recibir caricias con las manos a esa temperatura.

¿Dónde puedo aplicar el aceite?
Yo siempre recomiendo que
cuando usemos aceite lo hagamos por todo el cuerpo evitando las zonas
genitales, porque son más delicadas para este tipo de productos. Para las zonas
íntimas mejor usar los lubricantes que están específicamente diseñados para
estas partes del cuerpo y son muy respetuosos con ellas.
Puedes comenzar el masaje por
la espalda que es la zona más amplia y empezar a extender el aceite con
movimientos circulares y amplios para entrar en calor. Una vez que has masajeado
bien la espalda baja hacia las nalgas y la parte posterior de las piernas. Aquí
puedes masajear las dos piernas a la vez o primero una y luego la otra. Masajea
desde la nalga hacia el pie formando círculos.
Ahora pasarás a la parte
delantera del cuerpo acariciando el pecho y los hombros. Luego baja lentamente
hacia el abdomen y las piernas. Para terminar masajea la parte interior de los
muslos, una zona muy sensible a las caricias y en tus manos está el final que
quieres darle al masaje.

En este enlace encontrarás una idea para un masaje refrescante. Pruébalo porque los cambios de temperatura en el sexo lo hace más excitante aún.
Masaje con hielo
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