Continuando con el tema de la orientación sexual hoy hablamos
sobre las dificultades que aparecen para aceptar lo que deseamos y cómo
comunicarlo a los que nos rodean. Como siempre espero que sea de vuestro
interés.
A lo largo de nuestra vida podemos encontrarnos con momentos en
los cuales no tenemos clara cuál es nuestra orientación sexual, nos asaltan las
dudas y a veces esto puede llegar a desconcertar un poco. Normalmente este no
saber si somos heterosexuales, homosexuales o bisexuales suele ocurrir en la
adolescencia, aunque también en la edad adulta nos pueden asaltar estas dudas,
ya que la orientación sexual puede cambiar.
La adolescencia es una etapa de experimentación donde algunos
chicos y chicas han tenido algún contacto homosexual sin que ello signifique
que su deseo se oriente a personas de su mismo sexo. En los chicos es común las
masturbaciones en grupo o en parejas del mismo sexo y las chicas también pueden
tener contacto sexual entre ellas sin que eso signifique que sean homosexuales.
Estos contactos se pueden dar cuando no existe posibilidad de contacto con el
otro sexo, si se tiene miedo a relacionarse con personas de distinto sexo o
simplemente se trata de curiosidad por conocer cómo es el cuerpo del otro. Recuerda
que en la adolescencia aparecen los cambios físicos y esto te puede llevar a
querer saber como son y como cambian los cuerpos de tus amigos y amigas.
Algunas personas me preguntan si el tener fantasías sexuales con
personas de tu mismo sexo tiene algún significado oculto en el inconsciente que
revela la homosexualidad. No hay que gastar energía en buscar explicaciones tan
extrañas. Es tan simple como entender que las fantasías sexuales con personas
del mismo sexo es algo común y totalmente normal sin que ello deba poner en
duda nuestra orientación sexual.
Con el tiempo las dudas se van disipando y nos vamos dando cuenta
por quien nos sentimos realmente atraídos. Es un alivio tener las cosas claras
pero ¿Qué pasa si no eres heterosexual? en principio no debería haber problema
alguno pero sabemos que esta sociedad todavía no lo acepta. Con esta falta de
aceptación y las ideas erróneas que existen en torno al tema, estas personas se
sienten que son rechazadas por los demás e incluso ellas mismas tienen
dificultad para aceptarlo. Suelen ocultarlo viviendo en una aparente
heterosexualidad para evitar el rechazo, pero lo único que consiguen es
empeorar la situación pasándolo mal al no poder expresar lo que sienten en
realidad, viviendo en una gran angustia.
Desde el mismo momento en que venimos al mundo se presupone que
somos heterosexuales para toda nuestra vida. La sociedad ejerce una gran presión
para que esto se cumpla, usando los medios de comunicación para mostrar a
través de anuncios, vallas publicitarias, series de televisión… donde solo
aparecen parejas heterosexuales. Aunque cada vez son más las series de
televisión que incorporan parejas homosexuales entre sus protagonistas, todavía
seguimos viviendo en una sociedad muy heterosexista.
Si eres heterosexual no hay problema porque se supone que estás
dentro de la normalidad pero si eres homosexual o bisexual parece que debas
hacer un comunicado para anunciarlo al mundo. Nuestra orientación sexual
pertenece al ámbito de nuestra vida privada y no tienes porque ir diciéndolo a
todo el mundo que conoces. Si es cierto que quieres comentarlo a las personas
más cercanas a ti simplemente para dejar claro que no eres heterosexual y poder
vivir y expresar tu sexualidad sin que ello les sorprenda.
¿Cómo hablar de mi orientación sexual?
El primer paso para vivir nuestra sexualidad es aceptar nuestra
orientación sexual. Antes de hablar con
los demás necesitas tener claro lo que deseas, aceptarte tal y como eres y lo
demás solo será expresar tus sentimientos. Si tienes sentimientos de culpa y tu
estado de ánimo es de tristeza, no es un buen momento para hablar del tema. Date
tiempo para pensar sobre lo que sientes y espera a estar en un mejor momento
emocional. No te presiones para hacerlo si no estás seguro de que vas a sacar
algo positivo. El paso del tiempo te ayudará a madurar sobre estas ideas.
Una vez que lo tienes claro ha llegado el momento de comunicarlo a
las personas de tu confianza que normalmente suelen ser los padres y amigos. Piensa
en cuáles son las personas que crees deben saberlo, si es buen momento para
decirlo y si será beneficioso para ambas partes. Te puede ser de ayuda averiguar
que piensa esa persona sobre la homosexualidad, así sabrás mejor como puede ser
su reacción y como darle la noticia. Si tienes una persona de confianza que
sepas te aceptará tal y como eres quizá sea buena idea tenerla como aliado en
este proceso. Así te será más fácil toda esta situación.
Imagina la situación y piensa cómo pueden reaccionar y cómo
actuarías tú. A veces podemos encontrar apoyo en personas que no esperábamos
como pueden ser los padres o reacciones desagradables como rechazo, crítica o
enfados en amigos que nunca habrías imaginado. Cada persona es un mundo y
puedes sorprenderte a pesar de llevar tiempo conociéndolos.
La orientación sexual primero debe ser tolerada, después aceptada
por uno mismo para finalmente poder comunicarla a unas pocas personas de
confianza. Después de esto solo hay que vivir al margen de los comentarios homófogos
y las críticas siendo fiel a tus sentimientos. Tener tu autoestima en buenas
condiciones es vital para superar con éxito este proceso. Quiérete tu mismo
para que los demás puedan quererte a ti, este es un buen lema para tener
siempre presente.
Esto son algunos consejos que pueden servir de guía y hacerlo más
fácil, pero si ves que tu situación se complica, no encuentras apoyo o no sabes
cómo actuar no dudes en buscar apoyo psicológico. El profesional de la
psicología te aportará las herramientas necesarias para llevarlo a cabo con éxito.
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