TEMA DE LA SEMANA: TRASTORNOS DE LA ALIMENTACIÓN: ANOREXIA NERVIOSA

La obsesión por la imagen corporal y estar lo más cerca posible del ideal de belleza puede complicarnos la vida y sumergirnos en enfermedades tan graves como la anorexia nerviosa. Hoy en el blog os explico en qué consiste esta enfermedad que no solo afecta a chicas jóvenes. Como siempre espero que sea de vuestro interés.





Los seres humanos hemos estado siempre preocupados por nuestro aspecto corporal. Cada época, momento histórico, cada sociedad y cada cultura se encarga de definir cómo es el cuerpo perfecto según el ideal de belleza que establece. Pero algo ha cambiado con el paso del tiempo, ahora no solo se le da importancia al cuerpo de la mujer sino que también el cuerpo masculino se ve sometido a este ideal de belleza.

En el momento actual que vivimos se rinde culto al cuerpo delgado y joven siendo estas cualidades las que más se valoran en el ámbito social, laboral y personal. Esto hace que el tener estudios, ser una persona culta o poseer ciertas habilidades personales para algunas personas se conviertan en algo secundario, de menor valor que la apariencia física. Sin embargo, si miras a tu alrededor podrás comprobar que este ideal de belleza se aleja mucho de la realidad de tu cuerpo y del de la mayoría de las personas de tu entorno. Estos “cuerpos perfectos” solo aparecen en las revistas, en la televisión y en las pasarelas de moda.

Los medios de comunicación y la publicidad son los encargados de mostrar y hacer presente el estereotipo de belleza actual, usando sobre todo el cuerpo de la mujer para vender todo tipo de productos. En muchos de estos anuncios podemos ver como se justifica la privación y el sacrificio como método para estar siempre perfectas. No importa lo que tengas que hacer para estar delgada siempre y cuando lo consigas.

Ante este panorama hombres y mujeres se ven presionados por una sociedad que les dice cómo tiene que ser su cuerpo para resultar agradable a la vista de los demás. Las personas que se obsesionan con este tema van a vivir en una disconformidad constante con su cuerpo, no importa los cambios que hagan en este porque nunca van a estar conformes. Estar delgado se convierte en un asunto de vital importancia por diversos motivos: negar la evidencia de los años y querer conseguir un cuerpo joven a pesar de no serlo, la profesión te obliga a tener un cuerpo acorde con el ideal de belleza o simplemente sientes que las cosas en tu vida no van bien y piensas que una figura bonita te hará la vida más fácil.

Son muchas las personas que ansían conseguir el cuerpo perfecto haciendo que la pérdida de peso se convierta en una práctica muy habitual en su día a día. Existen muchas formas de conseguir alcanzar este cuerpo ya sea con dietas, ropas que estilizan la figura, cremas que queman la grasa sin un mínimo esfuerzo, alimentos light, cirugía estética y un sinfín de métodos más. Puedes encontrar mucha información sobre cómo funcionan y cuáles son los resultados, pero pocos datos sobre las posibles consecuencias tanto físicas como psicológicas que pueden derivar de su uso o consumo.

Para conseguir estar joven y delgada se puede llegar a experimentar con todo tipo de métodos no muy seguros y es aquí donde chicos y chicas jóvenes se sumergen en un problema con la alimentación del cual no podrán salir sin la ayuda adecuada.

Entre los diferentes trastornos de la alimentación que pueden afectar tanto a mujeres como a hombres uno de los más frecuentes es la anorexia nerviosa. Se caracteriza por una pérdida de peso exagerada, debido al seguimiento de dietas extremadamente restrictivas y en muchos casos combinada con conductas purgativas que pue­den consistir desde exceso de ejercicio físico, hasta vómitos autoinducidos y abuso de laxantes. Aunque el co­lectivo más afectado sigue siendo el de las adolescentes de 14 a 18 años, cada vez son más los chicos y las mujeres adultas que padecen el trastorno.

Los síntomas más destacados de la anorexia nerviosa:

Pérdida de peso excesiva: El peso está por debajo de lo esperable por la edad y talla.

Miedo a engordar: A pesar de la extrema delgadez no quieren ganar ni un gramo.

Alteración de la imagen corporal: La persona se mira en el espejo, se ve y se siente gorda cuando en realidad está muy delgada. Para conseguir estar más delgada se impone dietas todavía más restrictivas llegando a pérdidas de peso que llegan a poner en peligro la vida.

Negación de su delgadez: Niegan que estén  muy delgadas.

Valoración general de su persona centrada en su  peso y apariencia física: Se valoran en función de su peso, obviando otros aspectos como rendimiento académico, relaciones familiares, habilidades personales…

Algunos expertos distinguen entre dos tipos de anorexia nerviosa:

Anorexia nerviosa restrictiva: se imponen dietas extremadamente es­trictas. No llevan a cabo atracones (comer compulsivamente) ni conductas com­pensatorias asociadas con actuaciones dirigidas a disminuir calorías (ejercicio físico, provocación del vómitos o uso de laxantes y diuréticos).

Anorexia nerviosa compulsivo/purgativa: se imponen dietas extrema­damente estrictas y llevan a cabo atracones y conductas compensatorias para reducir peso.

Dependiendo de cuando se desarrolla la enfermedad sus consecuencias pueden variar:

Si la enfermedad aparece antes de la pubertad esta se retrasa llegando en algunos casos a detenerse y esto significa que cesa el crecimiento sin dar lugar al desarrollo del cuerpo, la regla no aparece y el cuerpo muestra una apariencia infantil, sobre todo en los genitales.

Si la anorexia aparece después de la pubertad puede que no lleguen a ganar el peso  adecuado en este periodo de crecimiento. Cuando se pasa del cuerpo de niña o niño al de mujer u hombre siempre se ganan unos kilos y la figura corporal se va moldeando apareciendo en las chicas las curvas y ensanchando las caderas. También puede producirse un trastorno hormonal apareciendo como amenorrea o la pérdida de la menstruación en las chicas y pérdida de interés y potencia sexual en los chicos.



A veces no somos conscientes del daño que puede hacer obligar a una persona a ser de una determinada manera, cuando lo mejor es entender que cada cuerpo es diferente y el ideal de belleza no es más que un invento que para nada se acerca a la realidad.

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