Cualquier
alteración que se dé en los mecanismos implicados en la erección puede impedir
que ésta se produzca. La erección tiene lugar gracias al aporte sanguíneo que
llega al pene, si padecemos alguna enfermedad que impida o haga difícil que la
sangre llegue a esta zona, la erección no se producirá, o si lo hace no será
suficiente para poder realizar el coito.
Esta
falta de erección se puede deber a diversos factores y hoy nos centramos en
aquellos que tiene un base orgánica ya sea la diabetes, la hipertensión o el
consumo de sustancias químicas como los medicamentos; ya que resulta
imprescindible tener en cuenta los factores de riesgo y las enfermedades que
afectan a la erección. Desde la sexología clínica, ante un caso de disfunción
eréctil lo primero que se hace es descartar la causa orgánica, es decir,
asegurarse que ésta no sea causa de una enfermedad o por el consumo de ciertos
medicamentos. Por todo ello es importante conocer los efectos que estas
enfermedades o medicamentos tienen sobre nuestra sexualidad, para así
encontrarles una solución adecuada.
Analizamos
los diferentes motivos:
· Diabetes:
esta enfermedad es causa en el hombre de disfunción eréctil, aproximadamente la
mitad de los diabéticos la padecen. La disfunción eréctil puede ocurrir a
cualquier edad, pero es más frecuente entre los diabéticos con edades
superiores a los 50 años.
· Hipertensión:
en la respuesta sexual están implicados los vasos sanguíneos y los músculos. Si
los vasos sanguíneos están alterados por la hipertensión, se verá afectada la
intumescencia del pene, es decir, no llega la cantidad de sangre necesaria para
que el pene se hinche y se produzca una erección.
· Fármacos:
son muchos los medicamentos que pueden interferir en la función sexual, pero
entre los más destacados se encuentran los psicótropos, la medicación contra la
hipertensión arterial, algunos que se toman para las úlceras y el reuma.
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