TEMA DE LA SEMANA: DISFUNCIONES SEXUALES (I). DISFUNCIÓN ERÉCTIL

Esta semana hablamos de las disfunciones sexuales más comunes, en este caso la disfunción eréctil, una de las que más afectan a los hombres, como siempre espero que os animéis a ser partícipes tanto del blog, como de mis propuestas.

La disfunción eréctil es una de las disfunciones que más afectan a los hombres, hasta hace muy poco se ha utilizado el término impotencia para referirse a ella, pero si buscamos la palabra “disfunción” en el diccionario nos encontramos las siguientes definiciones: desarreglo en el funcionamiento de algo o en la función que le corresponde, alteración cuantitativa o cualitativa de una función orgánica. Por tanto una disfunción sexual es cuando el miembro masculino o femenino no cumple su función o no funcionan adecuadamente.

La disfunción eréctil consiste en la incapacidad para alcanzar o mantener una erección bastante firme para realizar el coito, lo que da lugar a un gran malestar y dificultades en las relaciones interpersonales. Esta disfunción puede presentarse de distintas formas, de manera parcial, si aparece una erección aunque no sea suficiente para mantener relaciones sexuales; o total, cuando no hay erección ninguna.

¿Por qué se da esta disfunción? Su origen puede ser psicológico u orgánico. Por ejemplo, imaginemos que estamos a solas por primera vez con una persona y vamos a iniciar una relación sexual. Si estamos ansiosos pensando en que todo debe salir bien, nos asalta el miedo a “no dar la talla”, todo ello nos puede provocar ansiedad e impedir que alcancemos la erección. En otras ocasiones, enfermedades como la diabetes o la acción de algunos fármacos influyen en la erección. Los factores psicológicos y orgánicos van a actuar conjuntamente en la mayoría de las ocasiones.

Algunos hombres pueden conseguir erecciones firmes, pero cuando intentan penetrar esta desaparece. No es extraño que alguna vez se presente una falta o pérdida de la erección en los hombres, la cual se puede deber al estrés, adaptación a una nueva pareja, consumo de drogas o medicamentos, pero esto no es un problema. El problema empezaría si no se toma con calma, causando gran ansiedad y dificultando la obtención de la erección. También pueden aparecer el miedo, la sensación subjetiva de que el placer y la excitación disminuyen,  reacciones depresivas y baja autoestima.


El impacto emocional de la disfunción eréctil es tan intenso que se ponen en marcha distintos mecanismos psicológicos de defensa. Muchos hombres no reconocen esta disfunción en ellos mismos y la niegan, sin embargo otros la consideran algo normal. Todo ello puede deberse a la importancia que se le ha concedido siempre a la erección en todas las culturas y épocas, un ejemplo de ello es la representación del Dios Príamo,  donde el miembro masculino se concibe como algo divino.


Ya sabéis, no asustaros si en algún momento sufrís el tan temido "gatillazo", todo tiene su explicación y ,como no, su solución.