“Si un hombre pierde la erección o no la
consigue en un momento determinado, significa que es impotente”
Existe la falsa creencia de que cuando un hombre,
en un momento puntual no puede conseguir o mantener una erección, ha perdido su
virilidad, su potencia sexual y esto hace que sea menos hombre. Todo ello viene
porque desde tiempos antiguos ha existido un gran culto al pene, como símbolo
de la masculinidad y según como funcionara este miembro se medía como de macho
y viril era un hombre. Esto ha sido así durante mucho tiempo y aún en la
actualidad son muchos los hombres, y también las mujeres, que se toman esto al
pie de la letra.
Lo cierto es que el pene forma parte de un sistema
más completo en el que se encuentran el resto del cuerpo, las emociones y las
fantasías, lo cual nos muestra que hay vida más allá de los genitales, la
sexualidad muy amplia.
Los problemas puntuales con la erección son mucho
más comunes de lo que pensamos, lo que pasa es que por todas estas creencias
los hombres tienen miedo a comentarlos, no sea les consideremos menos machos
por ello.
Factores psicológicos, culturales u orgánicos pueden
afectar a la erección, la cual no está
relacionada con la potencia sexual. Así que si en algún momento os ocurre esto
no debéis asustaros, no por ello sois “impotentes”.
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