LA ANSIEDAD: LOS PENSAMIENTOS ANSIOSOS

La ansiedad nos hace ver el lado negativo de todo e imaginamos que el futuro que nos espera es totalmente catastrófico. Según lo que pase por nuestra mente esto nos provocará unos sentimientos que influirán en la forma de comportarnos. Si piensas en cosas que te hagan sentir triste tu cuerpo estará decaído, pero si estas pensando en situaciones alegres notarás como tu cuerpo se recarga de energía positiva, de modo que cuando nos encontramos en un estado de ansiedad cambia nuestra manera de pensar y con ella nuestra manera de sentirnos. Con este tipo de pensamientos lo único que conseguimos es elevar el nivel de ansiedad. 



Una vez que ya sabemos esto, tenemos que tener claro que la forma más adecuada de ver nuestro futuro es intentando prevenir y evitar problemas, todo ello estableciendo un equilibrio entre lo positivo y lo negativo y así veremos que no todo es perfecto pero tampoco es catastrófico. Si lo hiciésemos así la vida nos iría mucho mejor, pero cuando aparece la ansiedad llegan los pensamientos ansiosos. Es este el momento en el que nos preocupamos en exceso de las cosas, incluso antes de que ocurran, es como si nos fuésemos adelantando a los problemas esperando que ocurra algo desagradable.

Un ejemplo muy claro son las madres que son un perfil muy típico de este pensamiento, ya que si su hijo sale de viaje con el coche para ir de vacaciones ellas no piensan en lo que pueden disfrutar, al contrario, en su mente únicamente circula la idea de que pueda tener un accidente de tráfico y no llegar a su destino. Es verdad que suena muy catastrófico pero hay personas que piensan así, imaginaros como será su vida, un sin vivir constante con tanta actividad negativa.

También debemos saber que los pensamientos ansiosos aparecen de forma rápida y automática, generando sensación de temor, ya que la ansiedad nos hace pensar de forma equivocada, puesto que es como si mirásemos la vida con unos cristales negros que solo nos permiten ver las cosas negativas. Esto es lo que se conoce en psicología como errores de pensamiento o distorsiones cognitivas.


Para verlo más claro vamos a poner unos ejemplos en los que seguro os veréis reflejados:

Exagerar lo negativo

Cuando pensamos que las cosas son mucho peores de lo que son en realidad “Si no consigo este trabajo me moriré”

Es verdad que hoy en día conseguir un trabajo es un gran reto y una de las mejores situaciones que podemos vivir, pero no debes ser tan negativo. Si no consigues un trabajo concreto es necesario seguir luchando y buscando hasta que consigas la oportunidad. No vas a morir por no conseguir un trabajo, esto te fastidiará un poco pero la vida sigue y tú eres parte de ella.

Generalización

A partir de un hecho aislado se hace una regla general y universal. “No quiero ir a la fiesta, seguro que hay mucha gente y me dan las palpitaciones, me entra la ansiedad y no podré soportarlo”

Puede que en alguna ocasión ante una situación en público te hayas sentido ansioso, pero eso no quiere decir que cada vez que vayas a una fiesta tenga que pasarte lo mismo. Si esto lo conviertes en una regla general, cada vez que te enfrentes a una situación social y en tu cabeza ronde este pensamiento seguramente la ansiedad acabará apareciendo.


Pensamiento todo o nada

Cuando evaluamos las cualidades personales recurriendo a categorías extremas del tipo blanco o negro. “si no lo hago perfecto es que soy una persona inútil”

En la vida además del color blanco o negro existen los matices grises. Es importante pensar que la perfección no debe ser tu objetivo, a veces las cosas no salen como hemos planeado o cómo deseamos pero eso no quiere decir que seamos unos seres inútiles y no sirvamos para nada. Si analizas las situaciones con una mentalidad abierta descubrirás que no solo has cometido fallos sino que también has hecho cosas bien. Así funcionamos los seres humanos.

Tomar las cosas personalmente

Tener creencias sobre nosotros mismos o sobre otras personas que no son nada realistas. Las personas que se sienten ansiosas suelen imaginar que los demás les juzgan de forma severa. “todo el mundo me está mirando, seguro que es porque estoy haciendo el ridículo”

A veces solemos tomarnos las cosas personalmente y resulta que no tienen nada que ver con nosotros. Esta situación es como cuando alguien te hace un comentario sobre un fallo que has cometido en una tarea y tú te lo tomas como un ataque a tu persona. No se está criticando tu personalidad sino una acción puntual.

En definitiva éstos son los fallos más comunes que suele cometer nuestra mente ante un estado de ansiedad. ¿Te has sentido identificado con alguno?


Para saber cómo detectar este tipo de pensamientos y controlarlos estate atento al blog porque en el próximo post os dejaré unos consejos para reducir la ansiedad y, como no, entre ellos los pensamientos ansiosos.

Tema relacionado



No hay comentarios:

Publicar un comentario