Puede parecer que esta palabra va unida a las mujeres, pero ¿qué pasa con los hombres? ellos también pueden alcanzar el orgasmo. Primero es necesario conocer cierta información.
La sexualidad masculina está muy centrada en los genitales y el objetivo de muchos hombres en el sexo es llegar al orgasmo y “descargar”. Muchos se obsesionan con “tenerla dura” y con eyacular. Llegar al clímax es un gozo, convertirlo en objetivo es un error. ¿Qué pasa con el resto de su cuerpo? Además de los genitales podemos estimular otras zonas como el cuello, la espalda, los pezones otras partes del cuerpo que pueden ser acariciadas o besadas. Está demostrado que cuando un hombre no espera demasiado de su pene, éste suele responder mejor. La presión por cumplir es uno de los mayores enemigos del placer.
Hemos oído varias veces que en una relación sexual lo ideal sería que la mujer “terminase” antes y luego el hombre. Es cierto que ellos se excitan con mayor facilidad que las mujeres y necesitan menos estimulación para alcanzar el placer. Pero al igual que al sexo femenino a ellos también les gustan los besos, las caricias, palabras bonitas, todo lo que sean mimitos. Con todo esto lo que hacemos es prolongar la excitación y conseguir que el orgasmo sea más placentero.
A veces solemos confundir placer con orgasmo y no son la misma cosa, ya que en una relación sexual podemos haber sentido mucho placer y sin embargo no haber culminado con el orgasmo. El orgasmo en el hombre suele ir acompañado de eyaculación pero ambas cosas no son lo mismo. Ellos pueden tener orgasmos sin eyaculación y eyaculación pero sin la sensación placentera del orgasmo. Por este motivo el alcanzar el orgasmo no debe ser nuestro objetivo principal. Una cena especial, un momento romántico, las palabras adecuadas, todos estos detalles te regalan placer. Si siempre lleva él la iniciativa, sorpréndele y llévala tú, si le encanta una comida determinada prepárasela y mientras coméis coméntale qué pasará después del postre. Una de las cosas que más alimenta el deseo son las expectativas sobre lo que va a pasar después.
Vamos a ver algunas cosas que nos pueden ayudar a llevar a los hombres al orgasmo. Todos los sentidos son muy importantes para el placer pero vamos a centrarnos en la vista. Los estímulos visuales son fundamentales para excitarles, así que olvídate de tus complejos porque a él le encanta verte desnuda. Puedes quitarte la ropa lentamente mientras tu pareja te observa. Una vez que estés desnuda, tápale los ojos con un pañuelo, así aumentaremos la sensibilidad en el resto de sus sentidos. Acaricia su cuerpo usando una pluma, por ejemplo, sin llegar a los genitales. Después túmbate y coloca sobre tu cuerpo una golosina o un trozo de fruta y pídele que los busque usando sólo su boca y el sentido del olfato. Mientras tanto tú puedes darle indicaciones. Todo esto os excitará a los dos y además os resultará muy divertido.
Después de un rato y con tanta excitación, seguro que desea que prestes un poco de atención a su pene. La zona más sensible en el cuerpo del hombre es el glande, sobre todo la corona, donde se une el tronco y el frenillo. El sexo oral es una práctica muy placentera para ellos porque la boca es suave, húmeda y calentita, parecida a la vagina. La ventaja es que con la boca se pueden hacer muchos movimientos y la estimulación es mucho más directa.
No existe ningún truco, lo importante es dedicarle tiempo a él, hacerle ver que se puede disfrutar con todo el cuerpo, que las caricias, los besos, los juegos pueden provocar en nosotros un placer intenso y nos lleve al orgasmo o no, pasaremos un ratito muy agradable en pareja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario