Son muchas las personas que han investigado sobre la química del amor, entre ellas se encuentra Helen Fisher, la mayor experta en sexualidad, matrimonio y divorcio desde el punto de vista evolutivo considerando que según crecemos elaboramos un perfil inconsciente de lo que vamos a buscar basado en la experiencia de nuestros padres, del colegio, de nuestros amigos, de lo que vemos en la tele... Y cuando estás en el momento adecuado y encuentras a la persona que encaja en ese perfil, los circuitos cerebrales pueden ponerse en funcionamiento y se desencadenan las reacciones químicas.
De modo que, al escanear el cerebro de personas enamoradas con resonancia magnética, se ha descubierto que el sentimiento amoroso aumenta el flujo de sangre hacia el centro de placer del cerebro de manera similar a lo que sucede cuando nos hacemos adictos a las drogas.
A esto se suma que cuando nos enamoramos descienden los niveles de serotonina en nuestras neuronas, lo que explica por qué al principio de una relación “no tenemos ojos para nada más que para nuestra pareja”, aclara Renshaw.
Los escáneres cerebrales de las personas que están enamoradas coinciden con el viejo adagio "el amores ciego" porque mientras que las áreas de recompensa de dopamina están entusiasmados en el amor, las regiones relacionadas con las emociones negativas y juicio crítico están completamente apagadas.

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La dopamina aumenta el nivel de testosterona y se asociada con una gran capacidad de concentración, euforia y dependencia, que son síntomas de adicción, ya que su efecto es similar al de una droga altamente adictiva, creando fuertes vínculos en nuestras mentes entre el placer y el objeto de nuestro deseo.
Mientras que la adrenalina y la norepinefrina hacen que el corazón lata con fuerza y nos quitan el sueño y el hambre. También se producen bajos niveles de serotonina la cual tiene que ver con la obsesión de estar a todas horas con la persona amada.

La oxitocina se produce cuando las parejas tienen relaciones sexuales y se tocan, se besan y dan masajes el uno al otro. Es la hormona que nos hace depositar nuestra confianza, nos ayuda a superar el "miedo social" y resulta indispensable e importante para la unión.
Como podéis comprobar el amor es pura química, así que si quieres que tu cerebro siga produciendo todas estas sustancias y seguir disfrutando del efecto del amor cuídalo cada día, no sólo el 14 de febrero.
Fuentes:
El amor romántico: Tema de la semana
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