Hoy vamos a ver los algunos de
los tratamientos que existen para superar el vaginismo para que os hagáis una
idea de cómo puede ser su tratamiento y demostrar que es un problema con
solución. Como siempre espero que sea de vuestro interés y que os guste.
A lo largo de esta semana hemos
ido descubriendo que el vaginismo es un problema grave porque esa fobia que
siente la mujer hacia la penetración, le impide funcionar sexualmente de una
manera adecuada. Le asalta el pánico cuando piensa en la penetración y el dolor
que le va a causar, así es imposible centrarse en el placer y disfrutar de la
sexualidad.
¿Cómo se trata el vaginismo?
A la hora de tratar el
vaginismo se pueden emplear distintos métodos que van desde el empleo de
algunos fármacos, la educación sexual y la terapia cognitiva.
Cada caso es diferente y es
necesario adaptar la intervención a cada mujer para asegurar su éxito. Los
resultados de las intervenciones en estos casos son esperanzadores ya que
muchas de las mujeres que acuden a las consultas mantienen relaciones sexuales
con penetración en unas 6 sesiones y además mejorando su deseo sexual.
Muchos os preguntaréis que si
se trata de un problema tan complejo ¿por dónde empezar? Se dice que el órgano
sexual más potente que poseemos los humanos es el cerebro, pues por ahí podemos
empezar a trabajar. Nuestra mente ejerce un gran poder sobre nosotros, un
ejemplo, si pensamos que el sexo es algo sucio,
que ciertas prácticas sexuales son actos típicos de prostitutas y que
las señoritas decentes nunca deberían practicar, seguramente en nuestros
momentos íntimos no disfrutemos del placer del sexo debido a tanto pensamiento
negativo.
Este trabajo debe empezar
eliminando los pensamientos negativos y los prejuicios que se tienen sobre la
sexualidad en general. Una manera de hacerlo es recomendando la lectura de
libros donde se hable de sexualidad para adquirir conocimientos sobre nuestro
cuerpo, nuestra sexualidad y educarnos en esta materia. Existen muchos libros
que hablan de sexualidad pero yo en concreto recomendaría uno para empezar,
porque lo he leído y considero que es bastante completo, una buena manera de
adentrarse en el fantástico mundo de la sexualidad humana y sobre todo porque
ayuda a adquirir los conocimientos necesarios para hacernos disfrutar de
nuestra vida sexual.
El título del libro es “Guía
práctica de la sexualidad femenina” escrito por la psicóloga y sexóloga Olga
Bertomeu. Es un libro que trata expresamente de la mujer, que la ayuda a
conocerse, comprenderse y aceptarse, al mismo tiempo que da al hombre claves
para disfrutar junto a ella. Es como un libro de instrucciones de la sexualidad
femenina con las clave para sabe cómo funcionamos sexualmente y eliminar las
creencias erróneas que a veces consideramos como verdades indiscutibles.
Es importante eliminar los
prejuicios y tabúes, conocer mejor nuestro cuerpo y sobre todo los genitales, antes
de pasar al contacto genital y conseguir introducir el pene en la vagina. Hay que
ir poco a poco por eso primero se pide a la mujer que se masturbe y
aprovechando la lubricación se introduce primero un dedo en la vagina, pasado
un tiempo introducirá dos y después pasará a usar un dilatador vaginal. Estos dilatadores
tienen distintos tamaños empezando por el más pequeño y de menor grosor para ir
aumentando progresivamente hasta conseguir introducir una de talla superior al
pene de su pareja, sobre todo para ver que si este se introduce sin provocar
dolor, el pene de la pareja tampoco dará lugar a molestias.
Durante el tratamiento la
pareja puede seguir manteniendo relaciones sexuales igual que antes de acudir a
la consulta, lo que si se prohíbe expresamente al inicio es intentar la
penetración. Antes de introducir el pene es necesario haber trabajado con los
dilatadores vaginales en distintas posiciones para luego pasar a la introducción
del pene sin realizar movimientos pélvicos hasta conseguir tenerlo dentro de la
vagina y posteriormente se incluirán movimientos lentos que darán paso a
movimientos espontáneos.
Esto sólo es una breve
exposición de lo que podría ser el tratamiento del vaginismo, aunque espero que
os sirva para tener una idea y haceros ver que hay posibilidad de disfrutar del
sexo y acabar con el dolor.
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