Hoy
en la sección de curiosidades y trucos hablamos de las técnicas de relajación como un
recurso ampliamente utilizado por personas que padecen cáncer para afrontar el
estrés y prepararse ante las intervenciones quirúrgicas, aunque también son un
recurso adecuado para los familiares. Son relativamente fáciles, y no tienen
contraindicaciones y además si se practican con regularidad en poco tiempo
empezarán a notar sus beneficios. Como siempre espero que os guste.
La
relajación puede ayudar en el control de los efectos secundarios. Practicar
diariamente unos minutos de relajación reduce la tensión y el malestar
general. Dedicar diez minutos al
día es suficiente para notar los beneficios.
Hay
muchas técnicas de relajación que se pueden utilizar. A continuación
mostramos la técnica de
respiración profunda por ser fácil y rápida de aprender, así que para
conseguir el mayor beneficio es necesario entrenar y practicar a diario.
Estos ejercicios están especialmente indicados para realizarlos en los días previos al ingreso en el hospital, en el traslado al quirófano, en la sala de espera de la consulta, etc., es decir, en aquellas ocasiones en las que aparece mayor ansiedad y necesitamos estar tranquilos.
Estos ejercicios están especialmente indicados para realizarlos en los días previos al ingreso en el hospital, en el traslado al quirófano, en la sala de espera de la consulta, etc., es decir, en aquellas ocasiones en las que aparece mayor ansiedad y necesitamos estar tranquilos.
El
primer paso para la relajación consiste en elegir un lugar tranquilo donde
puedas estar a solas durante unos minutos, con una luz tenue que favorezca la
relajación. Después túmbate y quítate el cinturón u otras prendas que te puedan
oprimir, cierra los ojos:
- Intenta
que durante unos minutos ninguna idea ocupe tu mente. Si aparecen
pensamientos no les concedas importancia. Poco a poco se irán
desvaneciendo…. Simplemente, disfruta de unos momentos de tranquilidad.
- Respira
de forma lenta, profunda y regular. Toma aire por la nariz pausadamente e
intenta hacer como si lo bajaras hacia el abdomen, hinchándolo. Mientras
lo haces, mantén el aire durante unos cuatro segundos y luego expúlsalo
por la boca muy lentamente.
- Imagina
una situación relajante, puede ser una puesta de sol en la montaña o la
visión de las olas moviéndose suavemente en el mar.
- Céntrate
en esta imagen durante unos minutos fijando la atención en todos los
aspectos que componen la imagen. Fíjate en las sensaciones que
experimentes, calor, placidez, tranquilidad… disfruta de
ellas.
Repite estos pasos durante unos ocho o diez minutos y si
ves que no consigues los efectos deseados puedes consultar con un psicólogo
para que te asesore sobre la forma de realizarlos y conseguir la relajación.
Para
que resulte más fácil puedes escuchar las instrucciones a través de un audio y
así solo tendrás que escuchar, seguir las instrucciones y relajarte. Aquí dejo el enlace a los audios de distintas técnicas de relajación.
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