Las personas que pertenecen al
mundo del BDSM establecen dentro de
estas actividades diferentes roles basados en relaciones con diferentes jerarquías
de poder, siempre bajo un consenso se fijan roles dominantes, roles sumisos y
pasivos. A partir de esa diferencia de poder se desarrollan diferentes
conductas que pueden estar basadas en el dolor, la humillación erótica, o la
sumisión entre otras muchas. Sin embargo, a pesar de lo negativo que puedan
resultarnos estos términos, el fin es la obtención de placer sexual, a través
del desarrollo de esos roles y lo que conlleva cada uno de ellos.
Son un conjunto de comportamientos,
conductas y prácticas sexuales que se conocen también por las discretas siglas
D/s, y que consisten en que entre las personas que las practican, siempre haya
uno que adquiera el rol de permanecer sobre el otro, en un contexto sexual,
dominándole durante la relación. Para que se dé esta situación el otro miembro
debe estar por debajo, con actitud sumisa, dejándose dominar y obedeciendo sus
órdenes sexuales. Las conductas pueden darse de forma total, durante todas las
relaciones sexuales, en una relación sexual, o limitarse a parte de una de
ellas. También los roles suelen intercambiarse aunque entre la gente que lo
practica es más común que se sientan identificados o cómodos en uno de estos
roles nada más.
Este tipo de prácticas se
pueden realizar a nivel privado, entre conocidos o con personas desconocidas en locales
y clubes donde encontrar a otros practicantes de BDSM. Decidas hacerlo de una u
otra forma es importante que sepas que para poder acceder a ellos, disfrutar,
hacer disfrutar y no correr ningún riesgo, debes conocer ciertos
términos que son claves. (Para inspirarnos nos basamos en la información del blog de Dolcelove)
Dominación/Sumisión.
Son un conjunto de comportamientos,
conductas y prácticas sexuales que se conocen también por las discretas siglas
D/s, y que consisten en que entre las personas que las practican, siempre haya
uno que adquiera el rol de permanecer sobre el otro, en un contexto sexual,
dominándole durante la relación. Para que se dé esta situación el otro miembro
debe estar por debajo, con actitud sumisa, dejándose dominar y obedeciendo sus
órdenes sexuales. Las conductas pueden darse de forma total, durante todas las
relaciones sexuales, en una relación sexual, o limitarse a parte de una de
ellas. También los roles suelen intercambiarse aunque entre la gente que lo
practica es más común que se sientan identificados o cómodos en uno de estos
roles nada más.
A veces, esta dominación y
sumisión no solamente se da en el plano físico, sino que se extiende a otros
ámbitos de la vida, y puede darse a través de contactos no físicos (vía
telefónica, mensajes, etc). Pero es totalmente necesario que el poder se
reparta aunque en determinados momentos de la relación se intercambie. Un amo o
dominante, siempre tiene poder sobre el esclavo o sumiso.
Masoquismo y sadomasoquismo.
Son los términos que definen la
relación de poder entre miembros y el dolor con el placer. El masoquista suele
ser el sumiso, y el dominante es sádico, disfruta infringiendo dolor al sumiso.
Fornilia: esclavo-objeto.
La fornilia consiste en
“objetificar” a las personas, es decir, utilizarlas como un objeto totalmente
definido, por ejemplo un mueble. Los amos que practican la fornilia hacen de
sus esclavos sumisos un mueble en particular: por ejemplo una mesa y lo
utilizan como tal, por ejemplo le ponen vasos encima o platos con comida,
quizás ven al sumiso como una silla y lo utilizan para sentarse.
Shibari, o Bondage japonés.
La práctica de los atamientos o
Bondage es una de las más comunes en la subcultura BDSM. Se trata de una rama
muy sensual y refinada del BDSM donde se realizan los atamientos para
inmovilizar, aunque en realidad nos son necesarios. El Shibari por otra parte,
así como en Kimbaku tienen como objetivo la inmovilización basada en el arte
del encordamiento, es decir, lo importante es la forma de atar al sumiso, de
hecho existe una línea de encordamientos estéticos.
SSC (Safe, Sane and Consensual)
El BDSM incluye entre sus
rutinas la práctica de sexo con extraños, además de prácticas extremas. Por eso
es importante llegar a un acuerdo para determinar una palabra o un término
clave con el que pedir que el amo pare cuando se traspasan los límites. Y es
que hay que tener en cuenta que se pueden crear situaciones de mucha
indefensión, sobre todo en la situación del miembro sumiso.
El término SSC fue acuñado en
1983 por David Stein, con la intención de desvincular las prácticas BDSM de lo
que la gente en general consideraban malos tratos. Se quería dar la imagen de
que las prácticas BDSM eran seguras, porque era algo pactado y consensuado en
las que el dolor, el riesgo y el peligro eran parte del juego de placer.
Scarfing (sólo para expertos)
El scarfing es la práctica de
estrangulamiento durante el sexo. Normalmente se utiliza un fular, un pañuelo o
una bufanda para cortar la respiración de forma parcial. Es una de las rutinas BDSM más peligrosas. Muchas personas han fallecido haciendo Scarfing. El morbo
reside en el dominio absoluto de la vida por parte del amo, y en la falta de
oxígeno en el sumiso, que provoca una mayor intensidad en el orgasmo.
Como ves el BDSM es más
complejo de lo que puede parecer a simple vista, vamos que no porque cojas un
látigo y unas esposas ya estas practicando BDSM. Antes de iniciarte es
necesario que te informes porque te ayudará a saber lo que realmente es y si
este tipo de prácticas es lo que estabas buscando y sobre todo si son de tu
interés sexual.
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