BDSM: TEMA DE LA SEMANA

Como ya hemos comentando varias veces en el blog de Anahit Consulta, el mundo de la sexualidad y de las relaciones sexuales es muy amplio, al igual que sus formas de expresión, de modo que existen tantas maneras de vivir la sexualidad como personas hay en el mundo. Pero en la actualidad la sexualidad no convencional, en especial el mundo del BDSM, uno de los principales baluartes de las relaciones sexuales no convencionales, está viviendo un momento de apogeo, seguramente debido a la influencia del éxito de 'Cincuenta sombras de Grey'. Así que hoy vamos a especificar que se define como sexualidad convencional y sexualidad no convencional, vamos a indagar en el BDSM, y descubriremos como ha influido en su popularidad la obra de Erika L. James. Como siempre espero que sea de vuestro interés y que os guste.








A grosso modo, podríamos establecer una división entre los diferentes tipos de sexualidad, diferenciando entre sexualidad convencional y sexualidad poco convencional.

Las relaciones convencionales son conocidas también como “relaciones vainilla” o “sexo vainilla”. Puede que esta denominación sea familiar para los lectores de Cincuenta sombras de Grey, ya que es como denomina Christian Grey, protagonista del libro, a las relaciones sexuales convencionales, pero no debemos cometer el error de pensar que es aquí cuando aparece este distintivo, ni mucho menos.

Ya desde los años 90, en el argot de la subcultura BDSM, se denomina vainilla a las personas que practican exclusivamente el llamado sexo convencional, sin deseos de experimentar nuevas sensaciones. 

Ello se debe a la definición que hizo un conocido activista BDSM, quién explicó que los practicantes del sexo convencional estricto, eran como aquel cliente que entra en una heladería italiana de ensueño, repleta de sabores, colores y texturas, con miles de variaciones, y pide al dependiente: "Por favor, uno de vainilla".

Y es que si pensamos en los sabores básicos de los helados encontramos que la vainilla es uno de los clásicos, de modo que si lo comparamos con el sexo podemos decir que son las prácticas sexuales más básicas que podemos encontrarnos y que sirven de punto de partida para llegar a otras más completas o diferentes y variadas, si así lo deseamos.

De modo que cuando hablamos de sexualidad convencional hacemos referencia a aquella que supuestamente practica la mayoría de la gente y que no sienten deseos de buscar nuevas fuentes de placer.

Este tipo de relaciones se caracterizaría por las siguientes particularidades, a la hora de practicar sexo las posturas que suelen ponerse en práctica son el misionero o también el caso contrario, donde la mujer se coloca encima y poco más.

Con respecto al lugar elegido, normalmente es el sofá o la cama.

En este tipo de relaciones es el hombre el que suele tomar la iniciativa guiando en cada momento la relación y sin asumir riesgo alguno porque siempre se va a lo seguro, es decir, se hacen aquellas cosas que sabemos que gustan a la pareja y a nosotros mismos.

Por ello hay quién piensa que si la sexualidad está dentro de estas relaciones convencionales se corre el peligro de que se convierta en algo rutinario, aburrido y pierda la chispa haciéndonos al mismo tiempo perder las ganas y el entusiasmo, de modo que también existen algunas personas que no se conforman con este tipo de relaciones y necesitan experimentar, probar cosas diferentes que les conduzcan a sensaciones diferentes igual o más placenteras que las que practican normalmente.

Una de estas prácticas no convencionales es el BDSM, una forma diferente de vivir y expresar la sexualidad, considerada como no convencional por salirse de lo común o lo más básico.


¿Qué es el BDSM?
Según la Wikipedia el BDSM es la denominación usualmente empleada para designar una serie de prácticas y aficiones sexuales relacionadas entre sí y vinculadas a lo que se denomina sexualidad extrema convencional.

El término se emplea a menudo, de forma equivocada, como sinónimo del sadomasoquismo, que en realidad, es una sigla que da nombre a lo que hoy en día es considerado como una subcultura específica entre sus practicantes.



Sus diversas prácticas implican un intercambio voluntario y consensuado de poder entre dos o más personas para crear tensión sexual, placer y, en ocasiones, dolor. No necesariamente hay sexo, muchas veces lo que prima es la experiencia mental.

El acrónimo está formado por las iniciales de algunas de dichas prácticas, así las siglas BDSM hacen referencia a  Bondage y Disciplina (B&D), Dominio y Sumisión (D/S) y Sadismo y Masoquismo (S&M). A continuación describimos a qué se refiere cada una de estas prácticas:

Bondage: proviene del verbo inglés to bind que significa atar, para ello se usan diferentes métodos de restricción con elementos como cuerdas o cadenas con el fin de inmovilizar a una persona causándole una intensa experiencia mental y corporal. 

Es una de las prácticas más comunes, sensual y refinada del BDSM. En el Bondage se utilizan los atamientos para inmovilizar porque la inmovilización juega un papel muy importante en los roles a desarrollar, aunque también siguen una línea estética considerada un elemento importante en este tipo de prácticas, de modo que no vale con atar de cualquier manera, hay elementos a tener en cuenta.


Disciplina y Dominación: Dentro de la Dominación – Sumisión (D/S), la disciplina son aquellas acciones encaminadas a castigar al sumiso, y la dominación todo aquello que demuestra que uno de los miembros de la pareja es el que dirige la acción sexual.


Sumisión y Sadismo: Dentro de la D/S la sumisión es la actitud tomada por aquel miembro de la pareja que toma un rol inferior. Recibe el dolor y el castigo, además de ser dominados. El sadismo es la capacidad de disfrutar infiriendo dolor, cuando se disfruta causando dolor.


Masoquismo: Es la capacidad de disfrutar recibiendo dolor, la persona goza con prácticas y actividades que le causan cierto grado de dolor.


También habría que destacar que, en el caso del BDSM, al igual que comentábamos hace poco, con respecto al tema de la literatura erótica, estamos asistiendo a un “boom” de las relaciones sexuales no convencionales que posiblemente esté provocado por el éxito de 'Cincuenta sombras de Grey', ya que en ocasiones es tomado comoinspiración para salir de la rutina de las relaciones en pareja, llevando a la práctica las situaciones que aparecen en los libros.

Pero aún se puede ir más allá, ya que el gran interés que ha despertado “Cincuenta sombras de Grey“, la curiosidad suscitada, el gran éxito de esta trilogía ha provocado un nuevo boom, en este caso de las relaciones BDSM entre las personas, muchos de los seguidores de Grey hayan comenzado a descubrir multitudes de juegos sexuales para las parejas, heterosexuales y homosexuales, y entre los cuales, está provocando un auge en las prácticas sexuales y en las relaciones en pareja, quienes empiezan a sumergirse en estas prácticas que hasta hace poco no eran bien vistas o incluso rechazadas, como el Bondage, la sumisión o el sadomasoquismo.

Ahora que si estás planteándote iniciarte en esta práctica, debes ser consciente de que tienes que practicarlos con cuidado, ya que exige un conocimiento previo y unas nociones sobre seguridad y debes tener cuidado ya que, si te descuidas no sería la primera vez que un inexperto envía a su pareja de juegos derechita al hospital o incluso más allá.


Como conclusión habría que dejar claro que la forma en que cada persona expresa o vive su sexualidad puede ser muy diferente, pero no por eso debe ser considerada mejor o peor, lo importante es disfrutar con lo que haces sin hacer daño a nadie, y sobre todo sintiéndose a gusto con uno mismo, sean cuales sean tus gustos, ¿o no piensas tu lo mismo?

Tema relacionado:

No hay comentarios:

Publicar un comentario