SEXO Y EMBARAZO: LA ALQUMIA

Como ya comentamos brevemente en el tema de la semana, durante la etapa del embarazo se producen diversos cambios en la mujer, unos los podemos observar a primera vista como pueden ser el aumento de peso y de volumen, que se nota sobre todo en cómo va creciendo su abdomen, el color de la piel y de las mucosas sexuales que cambia. Pero pero esos no son los únicos cambios, de modo que hoy vamos a centrarnos en las variaciones que se producen en zonas implicadas en las relaciones sexuales, veremos como afectan a la mujer y como se reparten esos cambios durante cada trimestre de embarazo, 


Durante el embarazo hay cambios que se producen a nivel más interno, es decir, dentro del cuerpo cambia el sistema cardiovascular, el aparato urinario, el digestivo, el sistema respiratorio, la coagulación sanguínea y los órganos sexuales, como son la vagina, mamas, piel y boca.

- La vagina
En la vagina se produce un aumento tanto en los niveles de lubricación como de la sensibilidad, estos cambios son debidos a una mayor vascularización que a s u vez provoca una mayor congestión, cambiando así el color de esta mucosa a una tonalidad más violácea, también hay un cambio a nivel del flujo que puede variar en textura y cantidad, con un ph más ácido para protegerla de posibles infecciones.


- Las mamas
Los cambios en esta zona del cuerpo depende de la mujer, ya que los cambios en las mamas pueden aparecer desde el primer mes de embarazo o unos meses más adelante, la mujer irá notando cómo las mamas van aumentando en tamaño y se vuelven más firmes, además las aureolas se hacen más grandes y se vuelven unos tonos más oscuras, aumentando así su capacidad para ponerse erectos y volviéndose mucho más sensibles al contacto.

Además en las mamas, a cusas del embarazo, aparecen unas glándulas sebáceas llamadas tubérculos de Montgomery, que tienen como principal función mantener lubricadas tanto la areola y como los pezones. También podremos observar como la piel se estira hasta dejar traslucir los vasos sanguíneos.


- La piel
Los cambios que se producen en la piel durante el embarazo dependerán del tipo de piel que cada mujer tenga, pero la tendencia es un cambio hacia una piel más grasa, oscureciéndose zonas como la cara, el cuello o la cara.

Suelen oscurecerse áreas como la línea media del ombligo hacia abajo.  

Además la piel se estira y esto puede dar lugar a la aparición de estrías, por ello, para prevenirlas, es importante hidratar la piel durante todo el embarazo para no perder elasticidad.



- La boca
Durante el embarazo el organismo produce una hormona, la relaxina, cuya misión es relajar las articulaciones de la gestante para facilitar el parto. Pero su efecto también llega a los ligamentos periodontales de la boca, los que unen los dientes con el hueso.

De modo que la aparición de esta hormona provoca una pequeña movilidad de las piezas dentales, facilitando la entrada de restos de alimentos entre los dientes y las encías, y originando la inflamación de éstas. Por ello si no se lleva a cabo una correcta limpieza bucal, esos restos de alimentos acabarán por convertirse en sarro (placa amarillenta y dura) y se introducirán cada vez más, pudiendo dejar al diente sin soporte.


A continuación vamos a ver, con más detalle, cómo puede cambiar la vida sexual de una pareja dependiendo del mes de gestación en el que se encuentren:

Primer trimestre
Durante los tres primeros meses de embarazo son muchas las mujeres que comentan que su deseo sexual ha ido disminuyendo, normalmente a causa del cansancio, el sueño, las nauseas y todos los malestares que se dan en este periodo. En cambio otras mujeres aseguran tener mucho más deseo de mantener relaciones sexuales.

Lo que si que debes considerar es que en esta etapa, al aumentar el tamaño del pecho y su sensibilidad, las caricias que antes recibías ahora y que te provocan un sensaciones gratas, ahora pueden resultar molestas. Por ello tal vez es el momento de realizar otros tipos de caricias más suaves, que te permitirán disfrutar de esos momentos de intimidad. Además con el tiempo puede que continúe la alta sensibilidad, pero con la suavidad necesaria conseguirás que esas caricias te proporcionen placer y no dolor.


Segundo trimestre
Ya tanto la mujer como su pareja están más tranquilos, ya que poco a poco se van haciendo con la nueva situación, y los miedos e inseguridades de los primeros meses se van quedando atrás. Ahora la sexualidad vuelve a ocupar su lugar importante en la vida de la pareja, pudiéndose disfrutar de ella igual que antes o incluso más. Todo esto se debe a que las molestias han desaparecido o disminuido y el deseo sexual aumenta.

En esta etapa el cuerpo femenino sigue en proceso de cambio y ahora muchas mujeres se preocupan por su aspecto físico, así que no olvides la comunicación con tu pareja para minimizar e incluso resolver este tipo de preocupaciones.





Tercer trimestre
Durante los últimos meses la situación se vuelve más complicada, debido principalmente al tamaño de la barriga y, ahora, son muchas las parejas que deciden no mantener relaciones sexuales y muchas de ellas comentan que su deseo sexual ha disminuido porque es más complicado mantener relaciones sexuales con penetración. Pero otro factor que influyen en el rechazo a las relaciones sexuales es que las mujeres temen que puedan hacer daño al bebé.  Mientras que también existen otras que mantienen relaciones de forma habitual buscando posturas que les resulten cómodas y placenteras a ambos.
Pero en el caso de que la mujer no sienta deseo sexual, si que es importante no olvidar la necesidad de sentirse querida, a través de caricias, besos, mimos y cuidados.


Ahora que ya conocemos los principales cambios fisiológicos y los problemas que pueden afectar a la sexualidad de la pareja, sería el momento ideal para preguntarse ¿cómo debemos afrontar estos cambios?

Como has podido comprobar, a lo largo del embarazo se dan muchos cambios y, aunque estos cambios se producen de manera progresiva, no dejan de ser cambios a los cuales deberás adaptarte. Además es importante destacar que según como nos tomemos estos cambios, te afectarán de forma negativa o positiva en tu vida diaria en general y a la vida sexual en particular.

De modo que la mujer debe aceptar su nuevo cuerpo, aunque a veces esto le puede llevar a sentimientos de inseguridad, temiendo por ejemplo que su pareja la encuentre poco atractiva.

Debido a los cambio muchas mujeres pueden llegar a pensar que ya no poseen una imagen erótica, una imagen que la convierta en alguien capaz de seducir y ser seducida, así piensan que su pareja dejará de verla como la mujer amante. Si es así como te ves, seguramente afectará a tu vida sexual de pareja. En estos casos es necesario comprender que la pareja necesita adaptarse a esta nueva situación y la mejor manera de hacerlo y asegurarnos el éxito es gracias a la comunicación, la cual os ayudará a expresar lo que sentís y deseáis, en lugar de dar vueltas a la cabeza y preocuparte con problemas que ni si quiera lo son.


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