Hoy, para terminar con el tema sobre el sexo anal, os recomendamos en la sección de la sugerencia del blog de Anahit Consulta os recordamos las consejos imprescindibles para llevarla a cabo de la formas más agradable posible, y además o dejamos tres posturas que os ayudarán en el caso de que finalmente decidáis realizar ésta práctica sexual. Como siempre espero que sea de vuestro interés y que os guste.
El
sexo anal es una práctica sexual que durante mucho tiempo se ha considerado un
tema tabú, pero en la actualidad cada vez son más las personas que lo ven como
una alternativa más, que les permite disfrutar de su sexualidad, convirtiéndose
en una actividad sexual como otra cualquiera y, para nada, la consideran un
sinónimo de perversión. Todo estaría en función de los gustos y necesidades
sexuales de la pareja.
Como
ya hemos comentado anteriormente, en las secciones de curiosidades y trucos o
en las ideas, para practicar sexo anal siempre hay que estimular la
zona antes de la penetración, por ello, antes de pasar a la práctica,
siempre hay que jugar un poco con la zona, es recomendable el uso de juguetes
empezando de menor a mayor tamaño, para
ir poco a poco introduciendo en el ano juguetes de mayor tamaño, pero sin
olvidarte del lubricante. Pero no tenéis que hacer todo esto en un mismo día, para
hacerlo más agradable podéis ir probando cada día algo diferente, así no caeréis
en la rutina y seguro que si luego pasáis a la penetración anal, esta será más
placentera y satisfactoria porque habéis preparado la zona para ello.
Tanto
si ya disfrutas con el sexo anal como si aún no lo has probado pero deseas
hacerlo, es importante saber que además de desearlo y estar excitado, se pueden
utilizar algunas posiciones que pueden hacer este momento más agradable. A
continuación os describo algunas de las posturas clásicas y de las más adecuadas
para practicar sexo anal:
La
cuchara.
Esta
postura es ideal cuando decidís iniciarse en la práctica del sexo anal, porque
la penetración no es muy profunda y puedes ir despacio. Además, también os
ayudará en el caso de que entre tu pareja y tú exista una diferencia de altura,
o en el caso de que estáis cansados o queréis ir con tranquilidad, ésta sería la
opción más adecuada para vosotros.
Con
respecto a la postura en si destaca porque ambos están colocados de costado, el
pecho del hombre está en contacto con la espalda de su amante, quedando las
manos libres permitiendo que el hombre tenga acceso directo al cuerpo de su
amante para estimular otras zonas erógenas, además permite que la persona que
recibe la estimulación pueda tocar ella misma sus genitales para sentir más
placer.
El
taladro
En
esta postura el hombre se tumba boca arriba en una superficie plana como la
cama, por ejemplo, apoyando la espalda y las piernas aunque estás las abrirá un
poco. La pareja se colocará dándole la espalda con las rodillas apoyadas en la
cama a ambos lados de las piernas del hombre hasta sentarse sobre el pubis de
su compañero.
En
el caso de elegir esta postura lo mejor es bajar poco a poco mientras que el
hombre estimula el ano con un poco de lubricante realizando movimientos
circulares, para después acercar el glande mientras que su pareja se reclina
para facilitar la entrada. La persona que está encima controla el grado de
profundidad y el ritmo de la penetración bajándose y elevándose sobre sus
rodillas.
Esta
postura permite que la mujer estimule su clítoris a la vez que está siendo
penetrada y que el hombre se masturbe si es el receptor.
Desde
atrás
Podríamos
decir que esta es la postura número uno por ser la más practicada y más común.
Esta postura facilita una penetración profunda así que sería muy importante ir
con cuidado.
Un
lugar ideal para llevar a cabo esta postura, de una forma cómoda, es el baño,
donde la persona receptora da la espalda a su compañero, se agarra a la barra
del toallero inclinando el tronco hasta quedar casi en ángulo recto, a la vez
que se apoya sobre sus piernas y las
abre. Mientras el hombre se agarra a sus caderas dominando la situación,
controlando el ritmo y nivel de profundidad.
Puede
empezar con movimientos circulares,
suaves y lentos para facilitar la penetración y además excitar todas las terminaciones
nerviosas del ano.
Para finalizar solo me quedaría insistir en que si tenéis curiosidad por esta práctica sexual, no tengáis ningún tipo de prejuicio y que segáis los consejos que os he dejado a lo largo de la semana para poder llevarla a cabo de una forma agradable, sana e higiénica, y así podáis disfrutar de una sexualidad más amplia, ¿os atreveréis?
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