TEMA DE LA SEMANA: ADOLESCENCIA Y SEXUALIDAD (REPOSICIÓN)

Esta semana recordamos el tema de la sexualidad en la etapa adolescente, temática elegida a raíz de los talleres de educación sexual que recientemente he impartido a chicos y chicas de entre 12 y 16 años, en las localidades de Badolatosa, Casariche y Lora de Estepa, en las cuales he sacado varias conclusiones que me gustaría compartir con vosotros.





Qué es la sexualidad para adolescentes del Taller de Casariche





Para empezar vamos a definir la adolescencia como la etapa evolutiva comprendida entre los doce y los veinte años, constituye un período en el que, por excelencia, los individuos se insertan, o pueden llegar a hacerlo, de manera plena en el mundo de las personas adultas. Es la etapa de consolidación de la identidad juvenil de género, apoyada en los grandes cambios que han comenzado en el estadio anterior.

Aproximadamente entre los 11 y los 14 años se producen grandes cambios en el individuo a nivel biológico, psicológico, afectivo e intelectual. En su conjunto conforman, como resultado de la interacción con el medio, la identidad juvenil de género.

La identidad de género supone la integración de variables comportamentales, apoyadas en el desarrollo sexual y los procesos biológicos y psicológicos: maduración fisiológica para la reproducción, ciclo de respuesta sexual y preferencia sexual: heterosexualidad, ambisexualidad y homosexualidad, y reestructuración de la identidad sexual: esquema corporal, imagen y autoconcepto.

La relación entre información sexual y comportamiento deben hacernos olvidar definitivamente el miedo a despertar "prematuramente el comportamiento o el deseo sexual" cuando se realizan sesiones de educación sexual, ya que carece de fundamento.

Cuando se imparte educación sexual no se hace una referencia exhaustiva al comportamiento sexual en esta etapa, se habla sobre la existencia de una amplia gama de comportamientos tales como la autoestimulación, relaciones heterosexuales, homosexuales, juego erótico, frente a la creencia generalizada, en algunos sectores de adultos, de la inexistencia de manifestaciones sexuales diferentes de la autoestimulación.

Por ejemplo, el comportamiento heterosexual implica una diversidad de conductas desde las primeras citas, la experiencia de beso en los labios y beso profundo, estimulación activa y pasiva de los genitales por encima y por debajo de la ropa, así como contacto intergenital sin penetración. Conductas, que en su conjunto se irán ampliando y afianzando a partir de los 16 años.



Texto extraído de II. Una Propuesta Constructivista para la Educación Sexual en Educación Secundaria. Editado por la Consejería de Educación y Ciencia, Instituto Andaluz de la Mujer.




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