La educación sexual tiene que ocupar un lugar importante en la educación de nuestros hijos, insistiendo en que la sexualidad engloba mucho más que la genitalidad y las relaciones sexuales, ya que está ligada a la afectividad, los sentimientos y las emociones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1975, definió la sexualidad de las personas como “una energía que nos impulsa a buscar afecto, contacto, placer, ternura e intimidad. La sexualidad influye en nuestros pensamientos, sentimientos, acciones e interacciones y, por tanto está relacionada con nuestra salud física y mental”.
Como podemos concluir de esta definición, la sexualidad forma parte de nosotros desde el nacimiento hasta la muerte, cumple un papel fundamental en el proceso de desarrollo personal y por tanto es una pieza clave en la educación de nuestros hijos, a lo largo de toda su vida.
Los niños crecen y se hacen preguntas sobre los cambios que experimenta su cuerpo, qué les hace sentir cada uno de esos cambios, los sentimientos hacia otras personas y cuáles son las diferentes formas de expresión de la sexualidad. Son muchas las cuestiones que necesitan respuesta, pero ¿quién debe responder a esas preguntas? Padres y madres son claves para proporcionar una educación sexual básica que permita a sus hijos entender la sexualidad como algo positivo, saludable y responsable.
Tanto niños como jóvenes desean encontrar comprensión y respuestas a todas estas cuestiones dentro del entorno familiar, aunque yo me pregunto ¿están los padres preparados para ello? Existen muchos recursos que pueden facilitarte esta tarea, desde cuentos infantiles a guías para padres de hijos adolescentes. Es importante conocer primero que información tienes sobre sexualidad y que quieres transmitir a tus hijos, acudiendo a este tipo de materiales todo será más fácil.
La mayoría de la información les llega por el colegio y por el grupo de amigos, aunque no son muchos los colegios que imparten educación sexual, y en los que ofrecen información al respecto, se centran muchas veces en los anticonceptivos y la prevención de enfermedades de transmisión sexual. Estos temas son importantes pero la sexualidad va más allá y hay que tener en cuenta cuales son las necesidades que los chicos y chicas se plantean, según la edad en la que se encuentren. En cuanto al grupo de amigos, suelen tener la misma información o alguna que han encontrado en revistas o internet, casi siempre pornografía o prácticas sexuales que todavía no alcanzan a entender.
Chicos y chicas cada vez se están iniciando antes en sus relaciones sexuales, por ello creo que es importante recibir la información adecuada y si es posible de manos de sus padres. Las consecuencias de una relación sexual de riesgo pueden ser varias: embarazos no deseados, los abortos, las infecciones y las enfermedades de transmisión sexual, todo ello conlleva mucho sufrimiento para los adolescentes y su familia.
A lo largo de esta semana ofreceremos las claves para hacer esta tarea lo menos complicada posible, incluso en algunos casos divertida.
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