En el tema de hoy entramos en una nueva etapa vital de la sexualidad, la adolescencia, como siempre espero que os animéis a ser partícipes tanto del blog, como de mis propuestas.
La adolescencia es una etapa del ciclo vital en la que se producen los más importantes cambios a nivel físico, psíquico y social, éstos cambios representan un momento crítico para el desarrollo posterior, ya que muchas de las actitudes y conductas que se instauran durante estos años nos acompañan durante toda la vida. Entre todos los cambios, que los adolescentes van a experimentar, los físicos son los más llamativos, y a partir del momento en el que se empiezan a percibir éstos cambios, van a tener una gran repercusión sobre el comportamiento de los adolescentes, por ello es necesario que conozcan qué ocurre en su cuerpo y puedan poseer y conocer las herramientas necesarias para vivir su sexualidad de una manera sana y respetuosa hacia ellos mismos y hacia los demás.
En ésta etapa, la educación sexual va a trabajar a nivel mental, corporal, emocional y social, partiendo de las experiencias personales, ver cuáles son gratificantes y cuáles no, o cuáles son problemáticas y nos causan dolor y malestar. A veces sabemos que tenemos que cambiar ciertos comportamientos o actitudes y no tenemos la clave para ello, debemos partir de las experiencias propias, analizarlas y tomar conciencia de nuestro bienestar y malestar. Tenemos que concebir la educación sexual como una educación relacional y sentimental, en la que está implicada la sexualidad, es decir el ser en su totalidad, con sus pensamientos, sus deseos, emociones, experiencias corporales, imaginario, expectativas y proyecto de vida.
Las hormonas serán responsables de la intensificación del deseo sexual, de modo que la educación se hace necesaria y urge para un conocimiento de las emociones, sentimientos y la sexualidad en general, para poder afrontar los cambio de actitudes mentales, emocionales y corporales de la relación entre los sexos y entre todas las personas, de modo que los adolescentes puedan ver y darse cuenta de lo que pasa en su cuerpo y en nuestras vidas cuando nos enamoramos, sentimos rabia, tristeza o alegría.
Al igual que en la etapa infantil y primaria, los adolescentes están aún más expuestos a todo tipo de informaciones, que a través de los medios de comunicación como televisión, radio y en este caso más destacable aún si cabe, es el uso de internet y las redes sociales que hacen que lleguen información erróneas a la población adolescente de forma indiscriminada, de modo que se hace necesario ofrecer una educación sexual formal que complete y mejore otras informaciones más imprecisas y otras influencias de los amigos, los medios de comunicación…
De éste modo la educación afectivo-sexual en la etapa de la adolescencia pretende:
- Que chicas y chicos tomen conciencia de sus propios deseos y necesidades afectivas y sexuales, en un ambiente de diálogo, libre de tabúes, miedos y ansiedades, respetando el deseo, los sentimientos y las opciones sexuales de las demás personas.
- Crear un clima sano de relaciones justas, educando en afectos y valores libres de los estereotipos de género, no permitiendo que los chicos se sientan falsamente superiores o que las chicas se refugien en aspectos tradicionales de la condición femenina.
- Favorecer la expresión de todo tipo de sentimientos, miedos y deseos en ambos sexos.
- Desarrollar la autoestima y seguridad en sí mismos estimulando la aceptación del propio cuerpo para subsanar complejos físicos y psíquicos, producto de estereotipos de belleza y moda.
- Evitar embarazos no deseados, desarrollando la conciencia del propio deseo, espacio y autoestima.
- Desarrollar la conciencia sensorial, como fuente de placer y comunicación.
En el próximo tema hablaremos de la sexualidad en la etapa adulta, os espero.
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