La salud sexual tiene como requisito indispensable acercarnos a la sexualidad de una manera positiva, respetuosa, así como la posibilidad de obtener placer y experiencias sexuales seguras, libres de coerción, discriminación y violencia.
La sexualidad es fuente de placer, comunicación y creatividad, sin embargo, la expresión de nuestro deseo sexual se puede ver limitada por el contexto social y los modelos de la sexualidad vigentes. No tememos más que mirar hacia atrás en el tiempo y ver cómo hasta hace muy poco el disfrute de la sexualidad se consideraba un derecho de los varones, siendo legitimada solo dentro del matrimonio y con la finalidad de la procreación. Su expresión se limitaba a la actividad genital y al coito, y sólo se entendía dentro de un único tipo de relación, la heterosexual.
El placer en las mujeres estaba ausente, su sexualidad ha sido ignorada y reprimida, careciendo de información y de oportunidad de conocer sus cuerpos, de saber cuáles eran sus preferencias o deseos sexuales, se limitaba a la pasividad y la reproducción.
La sexualidad forma parte de la personalidad de mujeres y hombres y nos permite obtener y dar placer, afecto, comunicación, reproducirnos sin lo deseamos y favorecer la salud integral de la persona. El placer nos puede llegar a través del cuerpo, de las emociones y sentimientos, de las relaciones y de las fantasías. La capacidad de expresarse sexualmente permanece toda la vida, desde la infancia hasta la muerte y a lo largo de esta se expresa de diferentes formas.
Las relaciones sexuales deben estar basadas en el respeto, la igualdad y la responsabilidad. En sexualidad también nos educamos. Nadie nace sabiendo. Se puede aprender a desarrollar la capacidad de disfrutar y hacer más placenteras las relaciones para ambos miembros de la pareja. Si mantenemos relaciones sexuales satisfactorias mejorará nuestro bienestar y por tanto nuestra salud y calidad de vida.
La salud sexual es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como "un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad; no es solamente la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad. Para que la salud sexual se logre y se mantenga, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud"
Mañana tendremos una nueva alquimia, os espero.
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