El envejecimiento sexual comienza hacia los 30 o
35 años, aunque son los 65 años los que se consideran la edad de la vejez, una frontera
que la sociedad ha establecido aunque carece de sentido biológico y es
puramente social.
Si hablamos de
las señales biológicas enviadas por nuestro cuerpo para informarnos de su
maduración, el hombre no tiene ninguna señal biológica especial, su declinar
sexual es lento y regular, mientras que
en la mujer su proceso de envejecimiento también es lento, pero posee una marca
biológica, la menopausia.
En la mujer,
la menopausia da lugar a nuevas condiciones fisiológicas para poner en práctica
su sexualidad. En torno a los 48-50 años aparece la menopausia, pero este
proceso comienza entre los 30-35 años disminuyendo la capacidad de fertilidad,
aumentando el riesgo de aborto y nacimiento de hijos con anomalías…
La menopausia
provoca la pérdida progresiva de la capacidad funcional de los ovarios, disminuyendo
los niveles de estrógenos en sangre. Hacia los 40 o 42 años aparecen las irregularidades
menstruales y por último el cese de la menstruación. La menopausia se confirma
cuando transcurre un año sin menstruaciones.
La disminución
de la producción de estrógenos, por
parte de los ovarios, da lugar a:
- Irregularidades menstruales para llegar a la menopausia y a la pérdida progresiva y definitiva de fertilidad.
- Sofocos y sudores.
- Ansiedad, depresión, insomnio y disminución de la capacidad de concentración y memoria.
- La vagina
se acorta y pierde elasticidad, labios mayores y menores se adelgazan,
perdiéndose elasticidad y estrechándose la entrada a la vagina. Aquí suele
aparecer la sequedad y el picor en
la vagina y labios, dolor durante la penetración. Si mantenemos una
actividad sexual estimularemos todos estos órganos ayudando a que no se atrofien.
- La incontinencia urinaria. Al principio solo pasa cuando te ríes o estornudas, pero luego pasa a ser continuo. Podemos prevenirla realizando ejercicios que estimulen el suelo pélvico, para ello practicaremos los ejercicios de Kegel (os dejo el enlace). http://anahitconsulta.blogspot.com.es/2011/12/idea-para-mejorar-tu-vida-sexual.html
Los cambios en
el hombre tienen lugar de forma más lenta. Lo que les diferencia de las mujeres
es que mantienen la actividad testicular y la capacidad de reproducción a lo
largo de la vida.
Algunos
hombres sienten pereza y decaimiento, debilidad y se fatigan con facilidad,
pérdida de apetito, libido deprimido acompañado de trastornos de potencia,
pérdida de capacidad de concentración e
irritabilidad. Aunque uno de los síntomas más llamativos es la ansiedad y la
insatisfacción con su sexual.
Para los
hombres los cambios más importantes son los relacionados con la capacidad de
erección, frecuencia de coito y duración del periodo refractario, sobre todo si
quieren seguir el modelo de sexualidad joven marcado por la sociedad, donde
penetrar y hacerlo frecuentemente es fundamental. Por ello es crucial que tanto
mujeres como hombres posean una visión de la sexualidad libre de exigencias y más centrada en el placer
y la comunicación.
Fuente:"La sexualidad en la vejez" de Félix López Sánchez, Juan Carlos Olazabal Ulacia, editorial Pirámide.
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