Quizás pensemos que las caricias
es rozar nuestras manos por alguna parte del cuerpo de otra persona, algo así
de simple. Pues la verdad es que hay mucho más detrás de una caricia. Nuestra
piel recibe la caricia y nuestro cerebro la transforma en placer, pero no
penséis que todas las caricias son iguales y surten el mismo efecto. Leyendo estos
artículos descubriréis el por qué.
El cerebro es el principal órgano sexual así que en cuanto a caricias sensuales se refiere, éste tiene un gran poder. Tal es su poder que responde igual cuando vemos a alguien recibir caricias que cuando somos nosotros mismos los que las recibimos. Esto demuestra que dar caricias sensuales también excita.
Si sacáis alguna conclusión
dejadme un comentario en el blog, seguro que surgen ideas interesantes.
En el primer artículo se
comenta que la piel humana tiene receptores especiales para las caricias, pero
para producir placer deben tener una velocidad de entre uno y diez centímetros
por segundo.
El cerebro es el principal órgano sexual así que en cuanto a caricias sensuales se refiere, éste tiene un gran poder. Tal es su poder que responde igual cuando vemos a alguien recibir caricias que cuando somos nosotros mismos los que las recibimos. Esto demuestra que dar caricias sensuales también excita.
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