¿Os habéis preguntado alguna
vez por qué cuando alguien testifica ante un juez jura decir la verdad siempre
con la mano derecha? En todas las películas americanas cuando aparece la escena
de un juicio vemos que los testigos juran decir la verdad con una mano apoyada
en la Biblia y la otra levantada, pero esto siempre no ha sido así.
Los hombres romanos, cuando se
encontraban ante el juez, juraban decir la verdad apretándose suavemente los
testículos con la mano derecha, sería como decir “lo juro por mis testículos”.
De aquí viene el verbo testificar y el uso de la mano derecha.
Si nos fijamos en la palabra
testículo tiene su origen en latín “testificare” compuesto por “testis” que
significa testigo y “culus” que se usa como diminutivo, así que sería como
decir pequeños testigos.
Los testículos no sólo han sido
clave para decir la verdad, también los papas de la iglesia católica han hecho
uso de ellos. Estos debían demostrar que realmente eran hombres para poder
acceder al papado y ¿cómo lo hacían? Una persona era la encargada de tocar los
testículos al candidato para así asegurarse de que era de género masculino.
Es increíble lo que dan de sí los
testículos, ¿verdad?
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