Lo primero que vamos a hacer es
aclarar términos para poder saber de que estamos hablando.
Cuando hablamos de identidad sexual nos
referimos al juicio que hacemos en función de nuestras características
anatómicas y biológicas, a través de las cuales decimos si somos hombres o
mujeres.
Cuando nos referimos al rol de
género hablamos de todas aquellas asignaciones que la sociedad considera como
propias de un hombre o una mujer, como pueden ser la ropa con la que nos
vestimos, el comportamiento en determinadas situaciones, el trabajo que
desempeñamos…
¿Cómo adquiere el bebé esta
identidad?
1. De los
0 a los 2 años: desde el mismo momento en el que el bebé nace le asignamos un
rol sexual basándonos en los órganos genitales externos que posea. Todo esto
afectará a cada uno de los aspectos de la vida del niño o la niña como pueden
ser su ropa, la decoración de la habitación, sus juegos y juguetes, las
aficiones, características personales esperadas y fantasías sobre su futuro
profesional. Antes de que el bebé descubra quién es la sociedad ya se ha
encargado de otorgarle un rol que condicionará su desarrollo social.
2. Entre
los 2 y los 6 años: alrededor de los 2 años los pequeños descubren que hay dos
grupos de personas diferentes, las mujeres y los hombres, los niños y las
niñas, los cuales visten con ropas diferentes, sus cuerpos son diferentes y
también se comportan de manera diferente.
Una vez
conocen esta información saben que pertenecen a uno de esos grupos, aunque no
lo ven como algo definitivo. Por ejemplo, a una niña de 6 u 8 años le decimos
que la vamos a vestir como un niño, ¿cuál será su respuesta? Ella pensará que
entonces se convertirá en un niño. Aunque con 2 años sepan que son niños o
niñas no adquieren la permanencia de su identidad hasta los 5 o 7 años, es
decir, que hasta esta edad no lo ven como algo definitivo.
3. A
partir de los 6 años: aquí se da el periodo de las operaciones concretas,
porque su mente va creciendo y evolucionando igual que el resto de su cuerpo y
esto les permite hacer razonamientos lógicos más complejos. Gracias a ello
descubren que poseen una identidad sexual, diferencian entre aquellas
características de su cuerpo que son estables y las características de rol las
asignadas por la sociedad que son cambiantes. Aprende a diferenciar la
identidad sexual que depende de sus características anatómicas, del rol de género
asignado por la sociedad.
Para poder verlo de una manera
más gráfica y con un toque de humor, vamos a terminar con un chiste que servirá
como ejemplo a lo explicado anteriormente:
Dos bebés estaban en la cuna,
recién nacidos. Conversaban sobre los hombres y las mujeres, sin saber muy bien
lo que eso significaba. Tuvieron el siguiente diálogo:
-
¿sabes tú si eres niño o niña?
-
No, yo no lo sé.
-
Pues yo sí que lo sé.
-
Y ¿cómo lo sabes?, lista.
-
Soy una niña, porque llevo patucos y son de
color rosa.
-
Anda, pues yo no lo puedo saber, tengo los
huevos hinchados y no puedo ver de qué color son mis patucos.
Para que veáis que los niños
son más simples de lo que parecen y crean sus propias teorías sobre la
sexualidad sin tabúes.
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