A pesar de ser una de las zona de las que más se habla, la vulva es, comparada con el pene, una gran desconocida. Resulta interesante analizar los sinónimos que usamos cuando queremos hablar de esta zona, por ejemplo podríamos destacar nombres como pepe o pepote, sinónimos alimenticios como almeja y mejillón, o podríamos seguir incluso incluyendo algunos de mal gusto y mal sonantes.
En realidad son muy pocas las personas que utilizan su nombre real para referirse a los órganos sexuales externos de la mujer, así que lo primero que vamos a hacer es llamar cada cosa por su nombre, y en este caso es vulva.
Antes de entrar en seccionar las partes de la vulva, tenemos que puntualizar que no debemos confundirla nunca con la vagina, ya que como vimos semanas atrás, la vagina forma parte de los genitales internos femeninos, mientras que la vulva se corresponde con la zona externa.
La vulva está formada por:
El monte de Venus
Los labios mayores o externos
Los labios menores o internos
El clítoris
El orificio uretral
El orificio vaginal
El himen
El monte de Venus debe su nombre a la diosa romana del amor, es una protuberancia situada sobre el hueso púbico, está cubierto de piel y vello.
Los labios mayores o externos son dos pliegues de piel que van desde el monte de Venus hasta el ano, protegiendo así el resto de genitales.
Los labios menores o internos son dos pliegues de piel aplanados, móviles, sin pelo, su tamaño puede variar de una mujer a otra, siendo en algunos casos más grandes que los labios mayores. Comienzan en la parte superior formando el capuchón del clítoris y van a ambos lados de la entrada de la vagina.
El clítoris es un órgano muy sensible formado por tejido eréctil, tiene forma de cilindro recubierto con un capuchón y cuando la mujer se excita sale el glande, que es sólo una parte de este órgano ya que el resto se encuentra en el interior del cuerpo.
El orificio uretral es donde desemboca la uretra y a través del cual se expulsa la orina al exterior del cuerpo.
El orificio vaginal es la entrada a la vagina a través de la cual se introduce el pene, es por donde sale el flujo menstrual y vaginal y en el caso de dar a luz es la salida del bebé al mundo exterior.
El himen es una membrana muy fina que cubre parcialmente la entrada de la vagina que se va deteriorando desde el momento del nacimiento. Hay muchos mitos en torno al himen y la virginidad, lo cierto es que se puede romper sin llegar a tener relaciones sexuales.
A lo largo de esta semana conoceremos que le pasa a nuestra vulva cuando nos excitamos, te daremos un truco para conocerla mejor y un lanzaremos una idea para disfrutarla mejor.
Pero no puedo finalizar sin recordad que, a lo largo de estos meses y en las distintas secciones del blog, hemos ido hablando de distintos aspectos de la sexualidad, y por ello me gustaría resaltar la importancia de todo nuestro cuerpo, no solo de los genitales, a la hora de poner en marcha cualquier práctica sexual, ya que todo es sensible para el placer.
Así que ha disfrutarlo, ¿os animáis?
Así que ha disfrutarlo, ¿os animáis?
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