Hoy vísperas del día de los enamorados vamos a hablar del amor, un tema del cual ya se ha escrito mucho, como por ejemplo en el mundo de la música y la poesía, como siempre espero que os animéis a ser partícipes tanto del blog, como de mis propuestas.
Cuando nos enamoramos, concretamente en ese primer momento que se conoce como el enamoramiento, nos encontramos como en una nube, somos súper felices y no vemos defecto alguno en la persona amada. Nuestra pasión se encuentra en su máximo esplendor, la atracción física entre ambos es muy intensa, al mismo tiempo que ponemos en marcha nuestras mejores armas de seducción vamos generando expectativas románticas de cómo serán nuestros encuentros.
Como todo aquel que alguna vez ha estado enamorado sabe, al comienzo de la relación todo es felicidad, estamos enamorados y todo va sobre ruedas. Pero hay que tener en cuenta que esta fase del amor es pasajera y si no trabajamos el amor pronto aparece la falta de comunicación, el aburrimiento y terminamos diciendo que se acabó todo aquello que sentíamos, de modo que cuando dejamos atrás esta primera etapa, es crucial apreciar las virtudes de la persona a la que amamos, al mismo tiempo que somos tolerantes y comprensivos con sus defectos.
Como todo aquel que alguna vez ha estado enamorado sabe, al comienzo de la relación todo es felicidad, estamos enamorados y todo va sobre ruedas. Pero hay que tener en cuenta que esta fase del amor es pasajera y si no trabajamos el amor pronto aparece la falta de comunicación, el aburrimiento y terminamos diciendo que se acabó todo aquello que sentíamos, de modo que cuando dejamos atrás esta primera etapa, es crucial apreciar las virtudes de la persona a la que amamos, al mismo tiempo que somos tolerantes y comprensivos con sus defectos.
Para que una relación funcione no basta con estar enamorado, además hay que aprender a conservar el amor y a mantenerlo vivo, pero ¿cómo?, pues aprendiendo a convivir con nuestra pareja, comunicándonos, resolviendo los conflictos, manteniendo viva la ilusión y el atractivo.
El principal ingrediente del amor somos nosotros mismos, si disfrutamos con lo que somos, seremos felices y podremos hacer felices a los demás, solo cuando nos queremos, nos respetamos y nos aceptamos estamos preparados para amar a otras personas de una manera sana. Seguro que alguna vez habéis escuchado “nadie te querrá hasta que no te quieras a ti mism@”, pues por eso la autoestima es algo básico para el amor, ya que el amor es muy dulce y no podría desarrollarse dentro de una persona negativa.
Así que ya sabéis, el amor es como una plantita a la que hay que cuidar cada día.
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