Son muchas las expresiones sexuales que
han nacido y permanecido por mucho tiempo en la jerga de las clases marginales,
porque las clases altas eran demasiado recatadas para llevar a cabo ciertas
prácticas, ni mucho menos hablar de ellas.
Pero, ¿sabemos de dónde procede el 69? En
Occidente, tanto el nombre como su práctica van ligados, al siglo XIX, en
concreto a la revolución sexual de los sesenta y, dentro de ella, a la liberación de la mujer y a su equiparación con el hombre, siendo esta
una postura donde se muestra la igualdad ya que tanto el hombre como mujer dan
y reciben placer al mismo tiempo. Concretamente la expresión del 69 nació en
Francia donde un buen día, la revolución sexual que se inició en los años
sesenta se adueñó de la palabra y la extendió a todas las capas de la sociedad
francesa.
Así que hubo que esperar hasta mediados
del siglo XIX para encontrar los primeros testimonios de la postura del 69 como
la litografía de Achille, representando a los protagonistas de ‘Gamiani’ en
pleno 69, aunque la postura aún no tenía nombre. Pero n se popularizó hasta que el dúo formado por Serge
Gainsborough y Jane Birkin proclaman al tiempo que cantan al ‘¡69: año
erótico!’, siendo entonces cuando la expresión se extiende como la pólvora por
todo el mundo y entra, como si hubiera existido siempre en todos los idiomas.
‘Le soixante-neuf’. ‘The sixty-nine’. ‘El sesenta y nueve’. ‘Il sessanta
nove’...
De este modo parece que el verdadero erotismo comienza con el proclamado año erótico, así que sería normal que el 69, como expresión y como práctica, haya estado borrado de la historia de Occidente hasta tiempos relativamente modernos. ¿De qué nos extrañamos, si en pleno siglo XIX pedir en un burdel que una prostituta se desnudara por completo era visto como una aberración?
A partir del siglo XX, los testimonios comienzan
a multiplicarse y en la década de los sesenta el término entra con todos sus
honores en la literatura. Otra cosa es que comience a practicarse con
frecuencia, que no lo parece, al menos en el mundo occidental.
En cambio, si echamos un vistazo a Oriente
comprobamos que el panorama cambia considerablemente, aquí hacía ya dos mil
años que la postura se practicaba y, además tenía un nombre.
En el templo Laksmana de Khajurabo
(India), construido en el siglo X a. de C., contemplamos apasionadas esculturas
en lo que Vatsyayana denominaría en los ‘Kama Sutra’ ‘kalila’ o ‘postura del cuervo’, tal vez
por la costumbre de estos pájaros de entrelazar las cabezas, que no es otra que
el 69.
Debía de ser tan practicada que el mismo
Vatsyayana afirma que “algunas cortesanas están tan obsesionadas por esta forma
de placer físico que abandonan a amantes ricos, honestos e inteligentes por
hombres pobres y vulgares, tales como esclavos o conductores de elefantes, que
se avienen a esta práctica”. Mientras, en este momento, en Europa se
desarrollaba la Edad Media, donde esta postura resultaba simplemente
inconcebible.
Bien visto, el 69 es un símbolo taoísta
donde fluyen armónicamente el yin y el yang. Para los monjes tantrikos que
siguen el camino religioso taoísta a través del sexo, la práctica oral
recíproca crea una progresiva corriente de energía que nivela, integra y
regenera tanto el cuerpo como la mente. La pareja se convierte en el dios
Ganesh holgando con su ‘partenaire’ en un estado de paradisíaco nirvana. Quizá
por ello, representan continuamente la postura en libros y templos. En Bundi
(India) se conserva una bellísima ilustración del siglo XVIII donde una pareja
real goza del ‘kalila’ o 69.
Por último tendríamos que decir que la cifra del 69 es idéntica a los caracteres que los astrólogos utilizan para el signo de cáncer, un signo de agua, como de agua es todo en una postura donde las bocas se derraman como ríos sobre los sexos. El 69 se convierte en la postura de los poetas del sexo, de quienes aman el cuerpo que es diferente y desean abismarse en los secretos del otro. Nadie que no esté dispuesto a dar algo de sí practicará esta postura.
Pues ya veis lo que puede dar que hablar un número como el 69, aunque lo que nos interesa a nosotros son las sensaciones placenteras que podemos obtener con su práctica. Así que si aún no lo has probado te animo a que experimentes a ver que te parece.
Fuente: Historia del 69
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SIDA: CURIOSIDADES Y TRUCOS
Fuente: Historia del 69
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