En la salud de las personas
influyen no sólo aquellos agentes que pueden producir enfermedad, sino todo
aquello que nos rodea, tanto el medio ambiente como las personas y las actitudes
y sentimientos que de nuestra relación con ellas se deriven. Es decir, en el
concepto de salud debemos incluir además, las dimensiones cultural, económica,
política, espiritual, relacional y emocional.
Por tanto hablar de la salud
depende de la interacción de tres grandes bloques: la biología, el medio
ambiente y los estilos de vida. El primero de ellos es más difícil de
modificar, sin embargo sí podemos actuar sobre los otros dos.
Alcanzar una vida plena y
saludable implica cambiar algunos factores que perjudican seriamente nuestra
salud como, son: una alimentación poco equilibrada, consumo de tabaco, alcohol,
drogas, actividad sexual sin protección, la falta de higiene, los accidentes,
la inactividad, la falta de ocio, la incomunicación, la baja autoestima, la
violencia, los conflictos familiares, la falta de respeto y las relaciones
desiguales.
Aunque los patrones, en cuanto
a conductas saludables y conductas de riesgo, son similares para chicas y
chicos, según el informe del estudio Health Behaviour in School Aged Children
«Los adolescentes españoles y su salud», no existen grandes diferencias ligadas
al sexo de los y las adolescentes en muchos de los aspectos evaluados, pero sí
las hay en cuanto a la percepción que las chicas tienen de sí mismas. Las
chicas se perciben a sí mismas de forma más negativa en más aspectos que los
chicos y se resalta también que esta peor percepción se potencia con la edad.
De ello podemos deducir la necesidad aun de trabajar con las chicas aspectos tan
importantes como la autopercepción y la autoestima que de ella se deriva,
aspecto básico para gozar plenamente de la salud.
Además, la imagen corporal de
cada persona se va construyendo en su historia personal, en la cual desempeñan
un papel importante los modelos, ideales y valores que cada sociedad elabora
con respecto al cuerpo. Es sabido también que las exigencias de amoldarse a
esas representaciones del imaginario cultural son mucho más intensas y
decisivas en el caso de las mujeres que en el de los hombres.
Fuente: Quererse mejora la
salud. Instituto Andaluz de la Mujer. Consejería para la Igualdad y Bienestar
Social.
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