LA ALQUIMIA: LA FANTASÍA SEXUAL

Hoy descubrimos cómo actúan las fantasías sexuales en nuestro cuerpo. Como siempre espero que os animéis a ser partícipes tanto del blog, como de mis propuestas.



El erotismo y la capacidad de generar fantasías son sensaciones únicas de los humanos, poseemos la capacidad de abandonarnos a un sinfín de fantasías sexuales, sin tener que culminar el proceso con un acto sexual, ya que las fantasías producen los mismos efectos y reacciones en nuestro cuerpo que otros estímulos sexuales como pueden ser las caricias, los besos, abrazos… Aunque lo más recomendable sería hacer una combinación para estimular el deseo y disparar la excitación.  

Todas aquellas situaciones relacionadas con la emoción y el erotismo surgen a partir de un conjunto complejo y variado de estímulos procedentes tanto del exterior como del interior de nuestro cuerpo. Nuestro cuerpo reacciona sexualmente ante los estímulos eróticos, dando lugar a respuestas fisiológicas y mentales. El cerebro integra las señales que transmite el cuerpo a través del sistema nervioso con la imaginación para conseguir la excitación y el orgasmo.

La estimulación conseguida a través del cuerpo y la imaginación provoca excitación fisiológica,  la cual abarca todas las sensaciones físicas como pueden ser la erección del pene o el erizamiento de la piel. También conseguimos excitarnos psicológicamente con las fantasías, pensamientos e imágenes eróticas, las fantasías suscitan, alimentan y enseñan el camino a nuestro cuerpo para llegar al orgasmo.

Cuando nuestro cuerpo reacciona ante un estímulo erótico, como una fantasía sexual, lo hace de igual forma tanto en mujeres como en hombres, se produce un flujo masivo de sangre a los vasos sanguíneos de las zonas genitales, provocando un aumento en el tamaño y una variación en el color de los tejidos afectados y la tensión muscular aumenta en todo nuestro cuerpo. A medida que la excitación aumenta  también lo hace el flujo sanguíneo y la tensión muscular, llegando al punto máximo al alcanzar el orgasmo. Después de los espasmos orgásmicos, los vasos sanguíneos se vacían y los músculos se relajan hasta volver a su forma inicial. Esta es la respuesta sexual provocada por las fantasías sexuales que hemos imaginado en nuestra mente.

El jueves ofreceremos ideas para una buena combinación de fantasía y estímulos sexuales externos, hasta entonces podéis pensar la respuesta a esta pregunta: ¿Cuál sería tu combinación perfecta para un buen encuentro sexual?