Autoestimulación, autoerotismo o masturbación es una actividad que se da a lo largo de toda la vida de las personas y hace referencia a todo aquello que nos permite disfrutar con nuestro cuerpo, sintiendo placer al tocarlo, de la misma manera que al compartir ese placer con otra persona.
Cuando nos
masturbamos no es necesario llegar al orgasmo, podemos sentir placer al
acariciar, frotar, tocar, estimular cualquier zona de nuestro cuerpo que pueda ser sensible y excitante al placer
sexual.
Desde niños
exploramos nuestro cuerpo y tocamos nuestros genitales porque nos proporciona
placer, pero es en la adolescencia cuando empezamos a sentir sensaciones
puramente sexuales. A estas edades, la masturbación se convierte en una de las
formas más frecuentes y directas de expresión sexual.
La
autoestimulación sexual suele ser el primer descubrimiento del placer sexual
genital de los chicos y chicas jóvenes. Generalmente el chico lo descubre más
fácilmente, pues la disposición externa de sus órganos genitales hace que sean
más accesibles. La chica en cambio, si nadie la ha informado de la existencia
de su clítoris y de la disposición del mismo, descubrirá el placer por
casualidad.
Pero todo ello
tiene más que ver con cuestiones de
género, con la diferente educación recibida en chicas y en chicos. Hasta
hace no mucho tiempo, en nuestra sociedad, a las mujeres no se les ha permitido
tener derecho a la sexualidad y al placer, por lo tanto no se podían masturbar
ni podían ser autónomas a la hora de sentir placer sexual.
En los hombres
no estaba tan mal visto, incluso era muy normal que un hombre sin pareja se
masturbara. ¿Y las mujeres? No se habla mucho de la masturbación femenina,
parece que sea cosa de hombres. Los tiempos están cambiando y sabemos que no es
necesario que tengamos pareja para acceder a nuestra sexualidad. Hombres y
mujeres tenemos el mismo derecho a autosatisfacernos.
Masturbarse debería
considerarse una práctica sexual más, libre de miedos y tabúes, que nos aporta
información sobre nuestros gustos sexuales y nos permite localizar las zonas
erógenas. Es una actividad sana, te ayuda a liberar tensiones y según como lo plantees puede resultar
divertido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario